Durante su confesión el pasado mes ante la justicia, el expresidente de la Conmebol Eugenio Figueredo señaló al director general de la Conmebol, Gorka Villar, como el encargado de “extorsionar” a los directivos de siete equipos de fútbol uruguayo que en diciembre del 2013 se unieron a la Mutual de Futbolistas en una denuncia penal contra la Conmebol, a la que acusaron de constituir una “organización criminal” para despojarlos de parte de sus derechos de retransmisión televisiva.
Para aclarar este episodio, el fiscal Gómez ha enviado un exhorto a la justicia para interrogar a Villar.
"Con verdaderos comportamientos extorsivos, señalando como autor de tal proceder a Gorka Villar amparado por su relación con su padre, miembro de FIFA, quien lograba el respaldo de ésta a las medidas extorsivas que Figueredo pone de manifiesto en su relato de los hechos. Naturalmente, tales comportamientos ameritan sean investigados", figura en el sumario del fiscal.
El pasado martes la prensa paraguaya revelaba que Villar y tres funcionarios de la Confederación entraron por la noche en la sede de la Conmebol, donde habrían destruido archivos, según testigos.
Un asesor jurídico de la Confederación desmintió esa supuesta operación clandestina pero reconoció otra de las informaciones que circularon en los últimos días: el pago de 525.000 dólares a Villar en concepto de salario anual por sus servicios al organismo.
Nadie se compadece por Eugenio Figueredo en Uruguay, donde el exdirigente de la Asociación de Fútbol Uruguayo de 1997 a 2006 está lejos de ser un hombre popular.
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