Casi todos los dirigentes de la Conmebol están detenidos, acusados de presunta corrupción. Los últimos en caer fueron el chileno Sergio Jadue y el colombiano Luis Bedoya. El próximo en caer puede ser el propio presidente de la Conmebol, Juan Ángel Napout.
El uruguayo Figueredo habría convenido con la justicia de Uruguay la extradición a su país a cambio de brindar información sobre la investigación que ésta lleva adelante por supuesta malversación de fondos en la Conmebol. Y uno de los implicados por Figueredo sería Napout, según el diario El País de Uruguay.
Figueredo fue presidente de la Conmebol en 2013, cuando se cerró un contrato con la firma DATISA (conglomerado conformado por Traffic, TyC y Full Play) que acordó pagar 100 millones de dólares en sobornos por los derechos de televisación de la Copa América.
De esos 100 millones de dólares, el acuerdo consistía en el pago de 20 millones a la firma del contrato y luego 20 millones de dólares por cada edición del torneo hasta 2023.
Según la Fiscalía de EEUU, el reparto de los primeros 20 millones de dólares fue de 3 millones entre el presidente de la Conmebol (Eugenio Figueredo) y los presidentes de las asociaciones de fútbol de Brasil (José María Marín) y de la Argentina (Julio Grondona, fallecido en 2014). Otros siete presidentes de asociaciones miembros de la Conmebol recibieron 1,5 millones de dólares cada uno y un dirigente que recibió 500 mil dólares. En 2013 el presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) era el actual titular de la Conmebol, Napout.
Todo indica que el FBI va detrás de todos los titulares de las federaciones, incluido Carlos Chávez, que es investigado por la justicia boliviana.
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