La sanción que recibió ayer el uruguayo Luis Suárez es la más severa que impone la FIFA a un jugador durante un Mundial de fútbol, pero no la única.
Las sanciones severas comenzaron hacer dos décadas.
Mundial de Italia 1990
Chile fue descalificada del torneo y suspendida para el Mundial 1994 después de que el portero Roberto Rojas fuera hallado culpable de haberse cortado, a sí mismo, con una hoja de afeitar en un partido de clasificación ante Brasil, para fingir una agresión externa y forzar la suspensión del encuentro.
Mundial de EEUU 1994
El defensor italiano Mauro Tassotti fue suspendido por ocho partidos por el codazo que propinó al español Luis Enrique, actual técnico del Barcelona, en los cuartos de final del certamen.
Mundial de Alemania 2006
El delantero francés Zinedine Zidane fue suspendido por tres partidos por dar un cabezazo al defensor italiano Marco Materazzi en la final del torneo. Zidane, que se retiró después de aquella final, recibió además una multa de 7.500 francos suizos (unos 6.509 dólares/8.850 dólares). Por su parte, Materazzi, que admitió haber insultado al francés, fue sancionado con dos partidos y una multa de 5.000 francos suizos (5.596 dólares).
Mundial de Brasil 2014
El defensor croata Josip Simunic se perdió el torneo tras ser suspendido diez encuentros por "comportamiento racista” tras el partido entre Croacia e Islandia correspondiente a la ida del repechaje clasificatorio en noviembre de 2013.
Mundial de Brasil 2014
El uruguayo Luis Suárez fue suspendido por nueve partidos y cuatro meses al comprobarse que mordió al defensa italiano Giorgio Chiellini en el último duelo de la primera fase del Grupo D.
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