Brasil quedó debiendo en su esperado estreno en el Mundial Sub'20 de Colombia y Egipto se llevó las palmas al sorprender en Barranquilla con un empate 1-1 y serios argumentos tácticos que por momentos maniataron e hicieron ver pobre a su ilustre rival.
El 1-1 en un estadio Metropolitano colmado en los graderíos por 50.000 espectadores sucedió al 0-0 que horas antes firmaron Austria y Panamá en la vecina ciudad de Cartagena y dejaron sin tendencia al grupo E en el que Brasil parecía tener amplio margen de maniobra.
Brasil resolvió rápido en el primer tiempo el jeroglífico táctico planteado en la poblada cancha por Egipto, pero relajó su plan de seguridad en la retaguardia y se vio por momentos a merced de los ataques del rival, que mereció el empate, e incluso pudo hacer más daño gracias al talento del media punta Mohamed Salah.
Oscar, el más incisivo de una plantilla que terminó el primer tiempo anestesiada por el mazazo que significó el gol de Omar Gaber a los 26 minutos, intentó una y otra vez a distancia desde la primera ocasión que tuvo, pero el escurridizo Salah dio el aviso por dos ocasiones por la banda custodiada por el diestro Danilo.
Al espigado lateral el destino lo llevó por la calle de la amargura en el primer tiempo ya que su gol a los 12 minutos con un impecable testarazo fue neutralizado por un grosero error de cálculo que costó el empate de los faraones y de contera se fue amonestado sobre el final por sacudir al correoso Salah, un auténtico espanto.
El guardameta Ahmed El Shenawi, que abandonó por lesión a los 89 minutos, fue una muralla mientras estuvo activo pues en sus manos murieron al menos cinco maniobras de riesgo de Brasil.
En apenas un minuto, en el comienzo del primer tiempo, conjuró con plasticidad dos ocasiones que pudieron cambiar el rumbo del encuentro. A Oscar le sacó de la trayectoria un centro rastrero al corazón de la pequeña área y a Willian le neutralizó el cabezazo conectado a la salida de un córner despachado desde la izquierda.
El planteamiento nada conservador de Egipto preconizaba una escalonada defensa en el fondo con salidas rápidas por las bandas. Los brasileños alargaron entonces sus líneas en la cancha gigante del estadio Metropolitano con salidas desde su última zona de contención e impulsaron pases milimétricos por las rayas.
En el comienzo, los egipcios aceptaron el reto de luchar hombre a hombre en campo abierto, y en esa especie de río revuelto pescó Oscar con mayor presencia ofensiva pero no contó con el acompañamiento de Alan Patrick ni la publicitada sociedad con Philippe Coutinho para compensar la ausencia del pirotécnico Neymar.
Pese a ello, el jugador del Inter italiano despachó el tiro de esquina desde la derecha que Danilo transformó en gol de cabeza al levantar sus 183 centímetros de estatura para clavarla en el fondo de la red ante la pasividad de la defensa egipcia.
Transcurrían 12 minutos y fácil Brasil se encaramaba en un partido que no parecía tener más complicaciones.
Sin embargo, pestañearon los defensores ante las galopadas de Salah del centro a la izquierda y nadie advirtió que parecía tener un tercer ojo para encontrar de la nada a sus compañeros que como fantasmas ganaban en el tranco a los cuatro zagueros brasileños.
Mohamed Hamdy, 'el Llanero solitario', de la ofensiva egipcia, hizo figura a Gabriel con un remate que Gabriel sacó con un pie a los 17 minutos. Y todo gracias a un pase milimétrico de Salah.
Después Gaber recibió la asistencia de Salah, el hombre del tercer ojo. Pero antes se dio el error de Danilo al abanicar con la pierna un balón que cruzó impune de derecha a izquierda.
El esférico quedó servido el Gaber, quien de pierna derecha lo empujó al costado ídem del guardameta Gabriel y luego corrió a celebrar lo que fue ya la primera sorpresa en el Mundial sub'20.
El mismo centrocampista tuvo en el comienzo del segundo tiempo una oportunidad para provocar un descalabro a Brasil al desperdiciar un pase en bandeja de Hamdy y el capitán de su equipo anuló con felinos reflejos la primera intención del recién ingresado Negueba.
Pero también dio sustos el gigante guardameta egipcio: en cada tiempo tuvo una salida errónea al corte de sendos balones que por poco caen en la mira del adversario.
Si tuvo complejos en el comienzo, Egipto pasó rápido a desbordar confianza ante un rival que busca en Colombia poner fin a un ayuno de títulos en mundiales de esta categoría que ya dura ocho años.
El país que atesora cuatro títulos se volcó con temeridad sobre la puerta de El Shenawi y por lo mismo quedó expuesto a las escaramuzas en las que se hicieron asiduos participantes los Mohamed Ibrahim y El Neni.
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