Los mundiales de fútbol suelen dejar héroes para la historia o ídolos de un día. En octavos de final de Italia 90 el portero colombiano René Higuita quería la gloria, pero el camerunés Roger Milla se la sacó de los pies y lo convirtió en villano tras un error que sacó del torneo a la selección cafetera.
Era la segunda participación para ambos países en la Copa del Mundo tras muchos años de ausencia. Camerún llegaba a octavos de final luego de ganar el Grupo B en el que venció por 1-0 a Argentina y por 2-1 a Rumanía y perdió ante la Unión Soviética por 0-4, clasificándose en el primer lugar.
Por su parte, los colombianos habían sufrido para llegar a octavos. Tras vencer a Emiratos Árabes Unidos por 2-0 en el debut del Grupo D, en el estadio Renato Dall'Ara de Bolonia, cayó con Yugoslavia en el mismo escenario por 1-0 y definió su paso en el encuentro contra Alemania que concluyó con el recordado gol de Freddy Rincón en el 1-1 del Giuseppe Meazza de Milán.
Así llegaron ambos conjuntos a la cita del 23 de junio de 1990.
El escenario: el estadio San Paolo de Nápoles. El público: 50.026 espectadores. El juez central: el italiano Tullio Lanese.
Todo estaba dado para que René Higuita confirmara la imagen que había dejado durante el torneo, en el que impactó como "portero líbero" y en el que junto a Carlos 'el Pibe' Valderrama y Bernardo Redín llevaban a Colombia por el camino del buen fútbol y el excelso toque de la pelota.
Roger Milla anotó en dos ocasiones en el triunfo de Camerún por 2-1 en tiempo de alargue y envió a los colombianos a la casa con los sueños rotos. El primer gol lo consiguió en una jugada de velocidad en la que superó la marca y el segundo, tras un error de Higuita, que quiso driblar al africano y perdió el balón, que se fue lentamente al fondo de la red.
Este fue el triste final de Higuita en los mundiales, a los que no volvería jamás.
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