Tras la detención de la cúpula de la FIFA el pasado mayo que provocó el escándalo en el fútbol internacional, el FBI decidió abrir una investigación al fútbol mexicano.
Las investigaciones se centran en el posible pago de sobornos por la celebración de la Copa de Oro 2003 y por lo sucedido en el Hexagonal 2005 previo al mundial Alemania 2006.
De confirmarse, podrían poner en problemas a ex dirigentes del fútbol mexicano como Justino Compean, que en aquél momento era tesorero de la Federación; Alberto de la Torre, presidente, Gonzalo Fernández, Secretario General, y Guillermo Cañedo, presidente de la OTI (Organización de la Televisión Iberoamericana).
Las pesquisas tienen su origen en el posible amaño entre México y Trinidad y Tobago en el último partido celebrado en octubre de 2005 y en el que se ponían en juego cuatro plazas para el Mundial de Alemania 2006.
El Tri fue derrotado contra todo pronóstico por un equipo inferior y surgieron muchas suspicacias debido a que México, con la plaza ya conseguida, presentó un equipo repleto de suplentes. Los Trinitarios finalmente se clasificaron para el Mundial.
Dato significativo de esta sospecha fueron las declaraciones del entonces técnico de México, Ricardo La Volpe, en 2009, rememorando este incidente, textualmente dijo: “El último partido fuimos para no tener problemas, diría yo justo contra el que hoy maneja la Concacaf”.
Estas declaraciones hicieron correr rumores que apuntaban a que con este partido México se cubría de una posible sanción de la Concacaf por los dopajes de Carmona y Galindo.
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