El coste de la construcción y reforma de los 12 estadios sede para el Mundial de fútbol Rusia 2018 se disparará en un 30 a 40 por ciento debido a la depreciación del rublo, aseguró ayer Vitali Mutkó, ministro de Deportes ruso.
"El aumento de la cotización del dólar y el euro, y el incremento de la inflación influyen naturalmente en el coste de los estadios. Estamos hablando de un encarecimiento del 30 a 40 por ciento", dijo Mutkó, citado por medios locales.
Mutkó recordó que los contratos fueron firmados originalmente en dólares y que ahora "comprar esos dólares sale más caro", ya que hace un año la cotización era de 30 rublos frente a la divisa estadounidense y ahora es de más de 50.
En un intento de reducir los gastos, las autoridades han optado por pedir a las empresas constructoras que utilicen tecnología y materiales rusos, en vez de importarlos del exterior.
A principios de año, Mutkó anunció que Rusia recortaría en un 10 por ciento los gastos de los preparativos mundialistas, aunque matizó que esto no afectaría a las infraestructuras deportivas y de transporte.
En estos momentos, el presupuesto para el primer Mundial de fútbol que se celebrará en territorio ruso asciende a 664.100 millones de rublos (casi 10 mil millones de dólares).
La mitad de ese monto se dedicará a la construcción de infraestructuras de transporte –aeropuertos y carreteras– y un tercio a la construcción de estadios y otras instalaciones deportivas.
A finales del pasado año, Mutkó ya reconoció que se afronta déficit presupuestario para 2015.
Mutkó aseguró que la prioridad es celebrar al más alto nivel el sorteo de la fase de clasificación mundialista que realizará el 25 de julio de 2015, en el Palacio de Constantino en San Petersburgo.
Con todo, el presidente ruso, Vladímir Putin, garantizó que Rusia no renunciará a la organización del Mundial.
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