martes, 15 de julio de 2014

Rusia alista 12 estadios; la FIFA le sugiere diez



El próximo Mundial de fútbol en Rusia 2018 se organizará inicialmente en 12 estadios, pero la FIFA estudia si el “número ideal” de sedes sería diez, indicó su presidente Joseph Blatter. “Debemos tener una larga discusión sobre esto. En una Copa del Mundo llegamos a una dimensión que la organización es muy complicada para la FIFA y el comité organizador”, dijo Blatter ayer en una rueda de prensa.

Brasil propuso inicialmente 17 sedes “y los convencimos” para reducir a 12, indicó. “En África fueron diez estadios en nueve ciudades. Para 2018 estamos en discusión sobre cuál es el número ideal para la organización, para que sea transparente y controlable, y algunos estadios no queden sin ser usados tras el torneo”, siguió.

Una de las preocupaciones en Brasil es el futuro de sus estadios en ciudades donde el fútbol no tiene tanta fuerza —no hay clubes de primera división en Manaos o Cuiabá— y la “creatividad” sea usada para que no se conviertan en elefantes blancos.

Para Blatter, el futuro de los estadios “no es un problema porque (Rusia es) un país donde se practica fútbol. Pero habrá reuniones en septiembre para verificar con el comité organizador si el número ideal es 12 o si debería ser reducido a diez”, subrayó.

Rusia, que organizó los últimos Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, tiene un desafío aún mayor con el próximo Mundial. Moscú anunció una renovación de su infraestructura deportiva, turística y de transporte, en varias regiones hasta ahora poco dotadas en condiciones e infraestructura adecuada al evento mundial.

Los partidos de 2018 se jugarán en Moscú, San Petersburgo, Sochi, Kazán (en la región del Volga) y en Ekaterinburgo (en los Urales), pero también en ciudades menos conocidas como: Kaliningrado, Nijni-Novgorod, Samara, Saransk, Rostov y Volgogrado.

Número. El presidente ejecutivo del Comité Organizador Local (COL) de Rusia 2018, Alexey Sorokin, aseguró que por lo pronto no está previsto un cambio en el número de sedes. “Tenemos 12 estadios en 11 ciudades, esta es la situación. No vemos por qué esa situación pueda cambiar (...). Por ahora se mantiene como la hemos venido organizando en los últimos tres años”, dijo a periodistas ayer, asegurando que hasta ahora están al día con el cronograma.

De los 12 estadios, “dos están listos, uno lo estará en septiembre, el cuarto a comienzos de 2016, San Petersburgo. Los restantes ocho escenarios estarán listos en 2017. Llegaremos a la Copa Confederaciones (de ese año) con cuatro de los estadios”, precisó.

El Gobierno ruso estimó el costo total de la organización del evento en 680.000 millones de rublos (19.995 millones de dólares), precisando que la mitad procederá de fondos de inversión privados y la otra mitad del presupuesto de las diferentes regiones.

“Hay un programa gubernamental dedicado al desarrollo de la infraestructura, no solo en estadios, sino abarca energía, salud, transporte —este último ocupa una buena parte—, que no está en las manos del COL. Sin el Gobierno es imposible prepararse para la Copa del Mundo”, señaló Sorokin. Un equipo del COL de Rusia viajó a Brasil para aprender de la última experiencia mundialista, en un país también de tamaño continental.

Putin toma la posta de Rousseff

Simbólico

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, entregó simbólicamente el domingo a su par de Rusia, Vladímir Putin, la sede del Mundial 2018, y le deseó éxito en la organización del certamen.

Luzhniki

El estadio moscovita de Luzhniki, construido en el año 1956 y sede de los Juegos Olímpicos de 1980 y la final de la Liga de Campeones en 2008, se renueva para recibir a 81.000 espectadores. Será escenario del partido inicial y la final.

Spartak

El otro estadio moscovita, el del Spartak, con 42.000 asientos, se acabará en septiembre, mientras que el de Kazán ya está listo y el pasado año albergó ya a la Universidad. En San Petersburgo, el estadio de Gazprom tendrá una capacidad de 70.000 asientos.

‘Sabemos qué desafío nos espera’

AFP

Alentada por el éxito de organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, Rusia se dispone ya para una labor titánica de preparación del Mundial 2018. Tras Brasil 2014, el presidente ruso, Vladímir Putin, tomó la responsabilidad de la organización del próximo Mundial, que exige inversiones colosales.

“Hemos acogido con éxito los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi. Ahora, sabemos qué tipo de desafío nos espera para organizar un evento de tal magnitud”, lanzó Putin. El hombre fuerte del Kremlin explicó que su país se inspirará en la experiencia brasileña, alabada por su organización pese a las amenazas de violencia.

“Daremos lo mejor para ofrecer al mundo una fiesta del fútbol inolvidable y una verdadera hospitalidad rusa en 2018”, prometió. Para los Juegos de febrero, Rusia gastó cerca de 50.000 millones de dólares para transformar la estación balnearia de Sochi en un suntuoso complejo deportivo, organizando los Juegos más caros de la historia, sobrepasando ampliamente los presupuestos iniciales.

El Mundial de fútbol representa para Rusia un desafío mayor. Moscú anunció una renovación completa de las infraestructuras deportivas, turísticas y de transporte, en regiones hasta ahora poco dotadas, en los cuatro rincones del inmenso territorio ruso.

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