Bosnia-Herzegovina desafió la indiferencia e incluso el desprecio de la mitad de su propia gente para conseguir su primera clasificación a un Mundial, pero gran parte de ese fervor parece haber desaparecido unos pocos meses después.
El equipo, que sin dudas es talentoso, debe ahora vencer lo que los observadores locales llaman "síndrome de los Balcanes” con el fin de no hundirse ya antes de debut nada más y nada menos que ante la poderosa Argentina.
El "síndrome de los Balcanes” consiste en que equipos sólidos y talentosos de la región se derrumban en grandes competencias, no importa de qué deporte sean.
Bosnia es un país profundamente dividido desde la guerra en los años 90. El conflicto terminó con la división del país en una entidad musulmana, croata y otra serbia. La mayoría de los bosnios croatas apoyará a Croacia, la otra exrepública yugoslava que se clasificó. Muy pocos serbobosnios hincharán por Bosnia-Herzegovina, incluso a pesar de que Serbia no se clasificó a Brasil 2014.
El técnico
Safet Susic
Asumió el cargo el 26 de diciembre de 2009 y llevó por primera vez a la selección de Bosnia a la fase final de una Copa del Mundo.
La figura
Edin Dzeko
El delantero del Manchester City ha cerrado un gran año proclamándose campeón en Inglaterra. Es la referencia en el ataque de su selección
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