Por lo menos 1.200 inmigrantes han muerto trabajado en las obras del Mundial de fútbol de 2022 en Qatar. La denuncia es de la Confederación Sindical Internacional (CSI) que, en un extenso informe titulado “El caso en contra de Qatar”, calcula que otros 4.000 obreros van a morir hasta el comienzo de la competición, dentro de ocho años, en las construcciones de preparación para el Mundial de la FIFA.
El informen de la CSI también destaca la explotación de inmigrantes en Qatar, muchos de ellos bajo condiciones de semiesclavitud. Un 90% de los obreros tiene el pasaporte retenido por los empleadores, un 20% cobran un sueldo diferente de lo prometido y un 21% no cobra en la fecha acordada. Amnistía Internacional (AI) ya había denunciado el trabajo esclavo en las obras del Mundial en noviembre de 2013.
“Qatar es un país sin conciencia, donde los derechos fundamentales y la libertad del trabajador no existen”, afirma la central sindical más grande del mundo que solo tuvo acceso a los números facilitados por las embajadas de dos países, India y Nepal.
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