La muerte de un trabajador más en las obras del estadio Arena Amazonia, en Manaos, fue la última piedra de un muro de argumentos que llevan a cuestionar la organización del Mundial de Fútbol 2014, una barrera que Brasil tendrá que salvar antes de la realización del torneo.
El fallecimiento de este trabajador en las obras del estadio se sumó a otras cinco que se han venido produciendo en los últimos años, desde que comenzaran los trabajos del Mundial y reabrió la polémica alimentada por algunas voces que apuntan a un carente nivel de seguridad en las obras del mayor evento futbolístico del mundo.
El suceso llevó de nuevo a algunos sectores a cuestionar la presión ejercida contra los trabajadores para poder entregar los estadios dentro del plazo previsto, debido a que algunos de ellos sufren atrasos a causa de los accidentes, la falta de mano de obra y problemas burocráticos para conseguir financiamiento.
La FIFA está preocupada
De los cinco estadios aún en obras, el que más preocupa es el Arena Corinthians, de San Pablo, sede del partido inaugural del 12 de junio, y que debido a un desplome de parte de su cubierta en noviembre tendrá que posponer su inauguración al 15 de abril. Los retrasos del estadio Arena da Baixada, en Curitiba, también están en la mira de la FIFA, hecho que llevó recientemente al secretario general de la organización, Jérôme Valcke, a amenazar con sacar a la ciudad del Mundial si no se aceleran los trabajos.
Otra de las barreras que el Gobierno deberá sortear es la de las protestas convocadas en contra de la organización del Mundial y que, en lo que va de año, han llevado a cientos de personas a manifestarse en las calles de todo el país
EL DATO
Rousseff no para
Pese a las llamadas de atención de la FIFA por los atrasos en las obras y a la ola de protestas en las calles, la presidenta Dilma Rousseff ha dicho que el país va a celebrar la “Copa de las Copas”.
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