Un grupo de 40 indios brasileños y simpatizantes protestaron hoy en el antiguo Museo del Indio de Río de Janeiro, próximo al estadio Maracaná, horas antes de que se cumpla el plazo dado por las autoridades para que la policía los desaloje.
Los indios viven desde 2006 en este edificio, abandonado en 1978, y en los últimos meses han mantenido un pulso con la gobernación regional, que pretendía derribarlo dentro del plan de modernización de la zona con motivo del Mundial de fútbol de 2014.
A finales de enero la gobernación accedió a mantener en pie el recinto, pero decidió transformarlo en un museo olímpico, una idea a la que los indios se oponen.
El abogado de los indios, Arão Guajajara, de origen indígena, dijo hoy que la resistencia es "legal y justa" y demandó que el antiguo museo se destine a la difusión de la cultura de los pueblos nativos de Brasil.
La gobernación de Río de Janeiro ha ofrecido a cambio construir un centro cultural en otro lugar, sin precisar ni el lugar ni la fecha, y la creación de un consejo regional para defender los derechos indígenas, pero los afectados también han rechazado esa oferta.
Un tribunal dio como plazo la noche de hoy para que los ocupantes desalojen el edificio y se espera que la policía haga cumplir la orden mañana por la mañana, según dijeron los propios indios en una rueda de prensa en el patio del edificio, que fue sede del Museo del Indio entre 1910 y 1978.
"No estamos en la condición de invasores. Estamos aquí como protectores del patrimonio indígena", afirmó uno de los manifestantes, Micael Oliveira, de la etnia baré del Amazonas.
El indio Caguaté Pataxó, procedente de Bahía (noreste), contó a Efe que el edificio sirve para que los miembros de la etnia pataxó "vendan artesanía y hagan algunas representaciones" de su cultura, además de como vivienda.
"Es el lugar que tenemos para quedarnos porque no estamos en condiciones para pagar un hotel durante un mes o quince días", aseveró.
El indio pataxó opinó que el edificio debería utilizarse para dar "una historia indígena a Río de Janeiro" en vez de dedicarlo al olimpismo.
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