La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) divulgó hoy una nota en la que consideró "legítima" la preocupación de la FIFA con la organización del Mundial de 2014 y en la que apuntó que Brasil "y sus tres poderes deben ser respetados siempre".
El comunicado fue divulgado después de que estallase una fuerte polémica entre el Gobierno brasileño y el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, quien criticó los atrasos en los preparativos para el Mundial y llegó a decir que los organizadores precisaban "una patada en el trasero" para "comenzar a trabajar en serio".
Brasil reaccionó a través del ministro de Deporte, Aldo Rebelo, quien en una rueda de prensa celebrada este sábado consideró las declaraciones de Valcke "impropias", "ofensivas" e "inaceptables" y anunció que el Gobierno ya no lo reconoce como "interlocutor" para cuestiones vinculadas al Mundial.
Tras las declaraciones de Rebelo, según declaraciones difundidas por la prensa local, Valcke sostuvo que la reacción de Brasil fue "infantil" y ratificó que visitará el país en marzo próximo para inspeccionar las obras relacionadas con la Copa del Mundo.
El comunicado de la CBF admite que "puede parecer que algunas de las cuestiones de la organización del Mundial avanzan lentamente", pero indicó que "en todo proceso democrático, las discusiones deben ser amplias y tener siempre en cuenta los intereses del pueblo".
La entidad rectora del fútbol brasileño pareció aludir así a las demoras del Congreso nacional en aprobar una ley que regulará todo lo relativo al Mundial de 2014, que también fueron objeto de quejas por parte de Valcke, quien afirmó que ese texto legal debía haber sido sancionado en 2007.
Según la CBF, "Brasil no tiene un dueño, es una democracia sólida reconocida mundialmente y tanto el país como sus tres poderes deben ser respetados siempre".
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