La selección uruguaya de fútbol derrotó el martes a Irlanda en Dublín (2-3) en un partido amistoso que sirvió a los semifinalistas del pasado Mundial para lavar una imagen manchada por la derrota frente a Estonia en su primer partido de esta mini gira europea.
Fiel a su estilo ofensivo, el equipo de Oscar Washington Tabárez salió con tres hombres en la defensa y tres en una delantera en cuyo eje se situó Diego Forlán, escoltado en las bandas por Edinson Cavani y Abel Hernández, quien suplió la baja de Luis Suárez.
Los sudamericanos desbordaron totalmente en la primera mitad a una Irlanda en la que su técnico, el italiano Giovanni Trapattoni, dio descanso hasta a cinco de los titulares que se derrotaron a Macedonia el pasado sábado en Dublín, en un partido clasificatorio para la Eurocopa 2012.
Uruguay se adelantó en el marcador tras una falta sacada por Diego Forlán en la zona de tres cuartos. Su inofensivo centro al área rebotó en dos jugadores antes de quedar muerta frente a un pasivo Keiren Westwood, a quien batió con un disparo seco Diego Lugano tras encontrarse con el balón en sus pies.
La respuesta de los locales llegó a penas dos minutos después, dejando en evidencia los peligros de un planteamiento ultraofensivo como el propuesto por Oscar Washington Tabárez.
El delantero irlandés Shane Long voló por debajo del radar de Martín Cáceres y Maximiliano Pereira llegó tarde a la ayuda. Entre ambos se elevó el ariete para batir al meta uruguayo con un impecable cabezazo picado.
Pereira se redimió poco después tirando una diagonal desde su banda derecha y sorteando rivales hasta llegar al mismo balcón del área, desde donde conectó con Edison Cavani inexplicablemente libre de marca.
El delantero del Nápoli, capocannonieri de la liga italiana, tuvo tiempo de sobra para mirar a Westwood, armar la pierna y fusilar al meta con un tiro cruzado.
Irlanda no se rendía y seguía buscando con más fe que precisión avanzar hacia posiciones ofensivas. De un robo de balón en su medular, donde bajaban a ayudar los delanteros, sobretodo Forlán, llegó el tercer gol uruguayo, obra de Abel Hernández al filo del descanso.
Nada más reanudarse el segundo acto, Long aprovechaba una internada por la banda derecha para superar a su defensor, remontar la línea de fondo y centrar al punto de penal.
Llegaban al remate Andy Keogh y James McCarthy, por un lado, y Cáceres, del otro. Ninguno de los tres tocó la bola, pero el defensa uruguayo del sevilla se las ingenió para derribar a los dos.
El colegiado francés, Said Ennjimi, señaló la pena máxima y Keith Fahy transformó el castigo ajustando su disparo al poste derecho de Fernando Muslera, quien adivinó la dirección pero no llegó por centímetros.
Con el gol irlandés y el comienzo del carrusel de cambios, salieron ganando los locales, que empezaron a encontrar grietas en la defensa visitante y la colaboración en algunas ocasiones de Muslera, muy inseguro toda la noche.
Ante la presión del once del trébol, con más baterías que sus rivales, Tabárez dio retiro a Hernández para dar entrada al centrocampista del Sporting de Gijón Sebastián Eguren y sostener a un equipo al que comenzaba a verse las costuras.
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