El ex madridista David Beckham dio hoy un fuerte empuje a la candidatura de Inglaterra para albergar el Mundial de fútbol en 2018 al confirmar que está "seguro" de las posibilidades que ésta tiene de arrasar el jueves en la votación de Zurich.
"Espero que marque la diferencia. Hay mucha gente, como el príncipe Guillermo, que ha estado involucrada y trabajando duro por la candidatura y para llevar esto hasta el final", indicó el centrocampista inglés durante su visita de hoy al estadio olímpico de Londres, que será escenario de los Juegos en 2012.
Ante la cercanía de la fecha en que los miembros del comité ejecutivo de la FIFA decidirán la sede de la Copa del Mundo para 2018 -el 2 de diciembre- Beckham dijo que es el momento de mostrar todo lo que el equipo de esa candidatura ha hecho para tener opciones reales de aspirar a la elección.
"Iremos a la FIFA con muchos delegados porque tenemos que contarle a toda esa gente por qué sentimos que es justo que la Copa del Mundo se celebre en Inglaterra", donde no ha tenido lugar desde 1966, aseveró el actual militante de los LA Galaxy.
Como uno de los principales pilares de Inglaterra 2018, Beckham viajará a Suiza junto con el príncipe Guillermo y el primer ministro británico, el conservador David Cameron, para defender ante la FIFA la candidatura inglesa.
Según el ex jugador del Manchester United, "Inglaterra tiene historia y tradición (en el fútbol) y esos son los beneficios que puede aportar este lugar al celebrar la Copa del Mundo".
Igual que lo ha hecho esta vez, el futbolista también apoyó a Londres, su ciudad natal, cuando optaba hace cinco años a los Juegos Olímpicos de 2012, un objetivo que se consiguió, además, con el apoyo del entonces primer ministro, el laborista Tony Blair.
Tras aquella decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) en Singapur, Beckham volvió a actuar como embajador del equipo inglés en los Juegos de Pekín, en 2008, y ahora quiere seguir de cerca la evolución de sedes donde acontecerán las grandes ceremonias de los Juegos de Londres 2012.
Por eso, pisó hoy por primera vez el estadio olímpico, del que dijo es "bonito" y además "realmente te sobrecoge" cuando te vas acercando a él.
"Creo que quizá mis hijos tendrán una mejor oportunidad que yo (de jugar en el estadio olímpico) teniendo en cuenta mi edad, pues este estadio es donde a mí me encantaría jugar. Incluso sin espectadores, el ambiente ya es magnífico aquí dentro", opinó el futbolista, de 35 años, que se crió precisamente en un barrio del Este de Londres, donde ahora mismo se ubica esa instalación.
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