martes, 26 de octubre de 2010

PAUL HA MUERTO

A pocos días de ser excluida de los Premios Príncipe de Asturias, la estrella indiscutible del Mundial de Fútbol 2010 ha ahogado sus penas, falleciendo en la soledad del acuario que la hizo famosa.

El pulpo Paul habría tenido la capacidad de dar la mano a todo el 11 titular a la vez, y quitarse el sombrero al tiempo ante el vestido de doña Letizia y, sin embargo, España ha vuelto a demostrarse cicatera con la memoria y escasamente amante de los animales no servidos en bandeja y dorados al horno.

El Sea-Life-Aquarium de Oberhausen asegura que el ceafalópodo con extraños poderes para anticipar goles ha muerto "dulce y naturalmente", en probable referencia aviesa a que hay otros lugares donde lo hacen a palos y con sal gruesa y pimentón.

- Así lo expresaron en un arrebato los de atodofutbol.com -
Tras casi una decena de aciertos sonados, al principio sólo alemanes pero luego internacionalizando la adivinanza hasta incluir a la antes llamada selección española, se lo llegó a declarar oráculo, pues hoy la gente está dispuesta a creer en cualquier cosa siempre que sea nueva.

Y la fiebre se desató entre quienes consideraban su gacia y su compra y traslado a España con honores académicos o por lo menos de cartera ministerial, y cuantos, por otra parte, porfiaban en seguir viendo que no habría final más gracioso y honrado para un pulpo que un perol hirviendo y una bandeja redonda de madera.

El caso es que el trato animal, y en general con la hermanastra naturaleza, impartido por la ciudadanía española, con o sin asignatura, no tiene la mejor fama exterior; y así que toda intención de compra por ayuntamientos e instituciones, por santa que fuese, resultó denegada y, finalmente, incluso hasta el premio de Asturias junto a sus compañeros de equipo le ha sido esquivo, con lo que su final no sólo no ha sido agraciado sino más bien ingrato y desagradecido.

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