jueves, 14 de junio de 2018

A 36 años de regresar a un Mundial, Perú promete ilusión

“A ilusión no nos gana nadie”, asegura un aficionado a las puertas del Arena Khimki de Moscú, el estadio que acoge los entrenamientos de Perú en el Mundial de Rusia.

El sentir de este joven que viajó desde su país para seguir a la selección que, 36 años después regresa a una cita mundialista resume bien lo que los jugadores trasmiten cuando comparecen ante los medios de comunicación.

“Estoy muy entusiasmado, ya queremos que empiece el Mundial, va a ser muy importante para todos”, dijo el jugador Pedro Aquino, que reconoció que el entusiasmo de la afición traspasa los muros del hotel Sheraton en el que descansan y trabajan cada jornada.

“Vamos a sentirnos locales en todos los partidos. No te podría decir la gente que va a haber, pero como jugadores vamos a ser locales todos los partidos”, señaló el futbolista de Club León mexicano.

La convivencia es buena y eso se nota en los entrenamientos, donde el trabajo a las órdenes de Ricardo Gareca se efectúa solo 15 minutos a ojos de la prensa, que se fijan sobre todo en Paulo Guerrero y Christian Cueva, el futuro en ciernes.

“En la concentración se vive un ambiente bonito. Echas de menos a la familia, pero ahora mi familia son mis compañeros. Cuando no se trabaja, el ambiente es muy lindo. No es fácil estar concentrado”, dijo Aquino a tres días del debut contra Dinamarca.

A esa ilusión, los jugadores añaden cierto orgullo en sus propias fuerzas, surgido de la racha de quince partidos sin conocer la derrota que, reconocen, ha cambiado la mirada que sobre ellos tienen sus rivales. “No nos miran por el encima del hombro, sino como una selección muy complicada,”, aseguró Aquino.

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