La Duma o cámara de diputados de Rusia aprobó ayer jueves una nueva ley que impone multas en metálico para combatir la venta ilegal y la falsificación de entradas para el Mundial de fútbol, que se disputará del 14 de junio al 15 de julio de 2018.
La multa por la venta ilegal de entradas será de entre 20 y 25 veces el coste del boleto y nunca menos de 50.000 rublos (unos 850 dólares).
En caso de que el infractor sea un funcionario público el castigo será hasta 30 veces el precio del billete y no menos de 150.000 rublos (unos 2.500 dólares).
Las multas para las personas jurídicas que violen dicha ley pueden ascender hasta el millón de rublos (unos 17.000 dólares) y la suspensión de las actividades dicha empresa por espacio de hasta 90 días.
En el caso de la falsificación de entradas o de documentos que permitan recibir boletos, las multas serán de hasta 70.000 rublos (1.200 dólares); 200.000 rublos (unos 3.400 dólares) para cargos públicos y unos 25.000 dólares para personas jurídicas.
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