sábado, 2 de diciembre de 2017

Putín abrió el sorteo y Maradona dio el color

Pese a que es bien conocido que no le gusta el fútbol, el presidente ruso, Vladímir Putin, fue el encargado de abrir el sorteo del Mundial 2018 en el Palacio del Kremlin, aunque fue Maradona quien puso la nota de color. Amigo del anterior mandatario de la FIFA caído en desgracia, Joseph Blatter, Putin salió al escenario acompañado del nuevo presidente del máximo organismo del fútbol mundial, Gianni Infantino, que le cedió elegantemente la palabra. Por suerte, las intervenciones fueron breves, ya que todos los presentes querían conocer cuanto antes sus rivales para irse a sus hoteles, ya que las temperaturas bajo cero de los últimos días y la ventisca de hoy dejaron congelado a más de uno. En el entreacto llegó al escenario Alsú, la bellísima cantante rusa de sangre tártara. Alsú, acompañada del famoso presentador ruso Iván Urgant, fue la encargada de entrevistar al alemán Miroslav Klose, que subió con el trofeo del Mundial al ser el máximo goleador de la historia de la Copa del Mundo.

En cuanto las estrellas del fútbol saltaron a la palestra, todos los focos se centraron en Diego Armando Maradona, que optó por una llamativa pajarita amarilla y que no dejó de fruncir el ceño durante toda la ceremonia. La leyenda argentina, que ya se había ausentado de los ensayos por problemas de salud, según la FIFA, llegó a la alfombra roja con visibles muestras de agotamiento. “Estoy cansado”, dijo, y lamentó que la organización le obligara a ensayar el sorteo una y otra vez, cuando las rodillas le estaban matando. Genio y figura, Maradona llegó acompañado de una despampanante joven con abrigo de pieles, Rocío Oliva, que mantuvo la compostura durante una entrevista en la que el discurso del argentino era difícil de comprender. Lo único que todo el mundo entendió es que su relación con el seleccionador argentino, Jorge Sampaoli, es tensa, ya que al ser preguntado durante el sorteo por el grupo que le había tocado en suerte a la Albiceleste aprovechó para decir que jugaba muy mal. Aunque es verdad que antes del sorteo expresó su esperanza de que Rusia sea “el Mundial de Messi”, jugador al que alaba siempre que puede.

El maestro de ceremonias, Gary Lineker, con el que se había fotografiado horas antes, también aprovechó para tomarle el pelo cuando estaba dándole la vuelta a las bolas.

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