La FIFA, que ha impuesto una multa de 200.000 euros la Federación Española de Fútbol (RFEF) por incumplir las normas sobre traspasos e inscripciones de menores de 18 años, defiende su "severa" y "estricta" regulación ante la explotación y abusos que los jóvenes pueden sufrir fuera de su país.
"La actuación de la FIFA puede parecer severa en ciertos casos, pero lo cierto es que la única forma de evitar los abusos y garantizar que los futbolistas menores de edad se desarrollen en un ambiente adecuado y seguro es aplicar la normativa de forma estricta y uniforme", argumenta la federación internacional.
La sanción comunicada a la RFEF hoy es consecuencia a la investigación sobre jugadores menores que jugaron en el Atlético de Madrid y el Real Madrid entre 2007 y 2014, en el caso del primero, y entre 2005 y 2014, en el del segundo. Ambos clubes también están castigados por la FIFA.
"Conseguir que éstos se desarrollen de la forma apropiada y en un entorno estable está por encima del mero interés deportivo" asegura la FIFA en su web, donde denuncia que en el pasado "el tráfico de menores a clubes -mayoritariamente europeos- llevó a que algunos fuesen abandonados a su suerte si no alcanzaban las expectativas de los clubes".
Los fichajes internacionales de menores de edad solo se pueden hacer si se dan las excepciones recogidas en el artículo 19, apartado 2 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA o la llamada "norma de los cinco años".
Las excepciones se producen "si los padres del jugador cambian su domicilio al país donde el nuevo club tiene su sede por razones no relacionadas con el fútbol o "si la transferencia se efectúa dentro del territorio de la Unió Europea (UE) o del Espacio Económico Europeo (EEE) y el jugador tiene entre 16 y 18 años de edad".
En este caso el club debe cumplir una serie de obligaciones relativas a la formación del futbolista y su alojamiento.
La otra excepción es en los supuestos en que el jugador vive en su hogar, a una distancia menor de 50 kilómetros de la frontera nacional, y el club de la asociación vecina está también a una distancia menor de 50km de la misma frontera en el país vecino.
"La distancia máxima entre el domicilio del jugador y el del club será de 100 km. En tal caso, el jugador deberá seguir viviendo en su hogar y las dos asociaciones en cuestión deberán otorgar su consentimiento", dicta el reglamento de la FIFA.
Las condiciones de este artículo se aplican también a los jugadores que no hayan sido inscritos previamente en ningún club; que no sean naturales del país en el que desean inscribirse por primera vez y que hayan vivido en dicho país de forma ininterrumpida los últimos cinco años como mínimo.
"Siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos muy estrictos, los futbolistas refugiados o los estudiantes de intercambio podrán ser traspasados a otro país, en contadas ocasiones y con reservas, según disponga la jurisprudencia", precisa la FIFA que, revisa estas solicitudes en la subcomisión del Estatuto del Jugador, teniendo en cuenta las oportunidades de integración que ofrece el fútbol.
Para supervisar todos los traspasos la FIFA creó el Sistema Internacional de Transferencias (ITMS), plataforma virtual para fomentar mantener la transparencia de los traspasos, y desde 2009 es obligatorio cursar todas las solicitudes que impliquen la primera inscripción de un menor de edad en un país extranjero en el ITMS.
La FIFA, ante el aumento de fichajes internacionales de menores de 12 años, aprobó en 2015 reducir de 12 a 10 años el límite de edad para el que es obligatorio presentar el Certificado de Transferencia Internacional (CTI, adquirido previa solicitud mediante el TMS).
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