Un ambiente de vestuario roto; un equipo sin definir, cambio de rol de los jugadores; bajo rendimiento; un estilo sin evolución y la pérdida de su máximo referente Juan Arango (foto), explican la debacle de la selección venezolana de fútbol.
Venezuela cerró el 2015 siendo última, sin puntos, en la clasificación de las eliminatorias sudamericanas a Rusia 2018, y con la incertidumbre sobre la continuidad de su técnico Noel Sanvicente.
Las cuatro derrotas de la Vinotinto ante Paraguay (0-1), Brasil (3-1), Bolivia (4-2) y Ecuador (1-3) son la consecuencia de un ciclo que comenzó con los tacos de punta.
El grupo no había tenido su primera concentración cuando Sanvicente envió un mensaje a través de la prensa: “Si un futbolista no está enganchado a la selección, que se vaya a vender perros calientes”.
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