El Mundial Sub-20 de Nueva Zelanda-2015 tendrá cinco selecciones latinoamericanas muy fuertes con capacidad para ganar el título, con las cuatro principales potencias sudamericanas lideradas por Argentina y Brasil, que suman 11 coronas entre ambas, y el tricampeón de la Concacaf México, a las que el resto del planeta intentará detener.
Para la vigésima edición mundialista que se disputa del 30 de mayo al 20 de junio, que se ve empañada por el escándalo de corrupción que sobrevuela en la FIFA, más allá de que los organizadores refieren que "todos están concentrados para el éxito de un evento que se prepara desde hace cuatro años", la representación de la Conmebol llega a pleno, con las cuatro selecciones más fuertes por historia y presente.
Argentina tiene el récord de seis cetros (1979, 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007) y un subcampeonato (1983) en trece participaciones de las 19 disputadas, mientras que su gran adversario continental Brasil cuenta con cinco coronas (1983, 1985, 1993, 2003 y 2011), tres medallas de plata (1991, 1995, 2009) y tres bronces (1977, 1989, 2005), erigiéndose como las dos superpotencias de la categoría Sub-20.
De Sudamérica les acompañan el vigente subcampeón mundial Uruguay, que pugna por ganar su primera corona juvenil después de haber perdido la final de Turquía por penales ante la Francia de Paul Pogba y la de Malasia-1997, además de alcanzar en otras tres ocasiones las semifinales del torneo. Y la ascendente Colombia, una selección que viaja a Nueva Zelanda con una nueva generación dorada que exhibió un altísimo nivel en el Sudamericano-2015 en el que terminó segunda.
En ese pelotón de candidatos a reinar en Oceanía se anota México, una potencia juvenil desde hace varios años en divisiones inferiores. Sus fuerzas básicas les dieron a sus hinchas su máxima alegría en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 (Sub-23), pero antes lo habían hecho con la Sub-17 en Perú-2005 y en México-2011.
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