Un terremoto sacudió ayer los sólidos cimientos de la FIFA con la detención en Zúrich, a solicitud de la justicia estadounidense, de siete responsables sospechosos de corrupción, entre ellos los sudamericanos José María Marín (Brasil), Eugenio Figueredo (Uruguay) y Rafael Esquivel (Venezuela), en vísperas de la elección para la presidencia, donde Joseph Blatter espera tener apoyo para su quinto mandato.
El suizo, de 79 años, es objeto de desenfrenadas críticas debido a las riquezas acumuladas por la FIFA, que registró una cifra de negocios de unos 2.000 millones de euros en 2014, año de la última Copa del Mundo en Brasil.
El operativo se realizó ayer pacíficamente por oficiales de la policía suiza, vestidos de civil, tomaron las llaves de las habitaciones en la recepción del lujoso Hotel Baur au Lac, donde estaban hospedados los altos ejecutivos, y se dirigieron a sus cuartos.
Uno a uno los detenidos fueron saliendo bajo estrictas medidas de seguridad y cubriéndose sus rostros con sábanas para evitar que la prensa los identificara. Más tarde se conoció que los otros detenidos eran Eduardo Li (Costa Rica), Julio Rocha (Nicaragüa), Costas Takkas y Jeffrey Webb (Islas Caimán).
Según la investigación, los acusados estarían implicados en la obtención de sobornos por valor de más de 150 millones de dólares. La justicia estadounidense aún no ha formulado cargos contra el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, pero no descartan convocarlo para escuchar su declaración.
Algunos de los responsables de estos delitos pueden afrontar penas de cárcel de hasta 20 años, además que a Figueredo le podrían revocar su nacionalidad estadounidense por falsificación.
Aquejado de problemas cardíacos y de Parkinson, el paraguayo Nicolás Leoz, de 86 años, se descompensó al enterarse del escándalo que se desató ayer en Zurich y actualmente se encuentra internado en una de las salas de su sanatorio Migone, cerca del centro de Asunción.
El expresidente del fútbol chileno y exfuncionario de la FIFA, Harold Mayne-Nicholls, dijo que la detención de esos altos dirigentes se veía venir. “Siempre se escuchaban cosas, rumores, sobre actos de corrupción”, dijo.
Cargos por corrupción
El Departamento de Justicia imputó por corrupción a nueve miembros de la FIFA y a cinco ejecutivos de marketing deportivo, por hechos ocurridos en los 24 últimos años, anunció ayer el ministerio estadounidense.
Paralelamente a las detenciones, la sede de la Concacaf, ubicada en Miami, fue registrada en el marco de este proceso.
La Fiscalía suiza se incautó de documentos electrónicos en la sede de la FIFA en Zúrich, en una investigación penal por sospechas de blanqueo de dinero y gestión desleal en relación con la atribución de los Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022.
Representantes de medios deportivos y de firmas de marketing deportivo también están seriamente implicados en pagos a altos funcionarios de organizaciones futbolísticas (delegados de la FIFA y otras personas pertenecientes a organizaciones afiliadas a este ente) a cambio de la adjudicación de los derechos de difusión y marketing de competiciones organizadas en Estados Unidos y Sudamérica.
Los sospechosos detenidos son objeto de una demanda de extradición estadounidense y serán interrogados por la Policía de Zúrich. Quienes acepten ser extraditados a Estados Unidos lo serán según un procedimiento simplificado. En el caso de los que se opongan, Washington tendrá un plazo de 40 días para hacer un pedido formal de extradición.
Pese a las detenciones y a las investigaciones que seguirán su curso, desde la FIFA comunicaron con firmeza que la organización de los Mundiales de 2018 por Rusia y de Catar por 2022 no está amenazada
No hay comentarios:
Publicar un comentario