miércoles, 16 de julio de 2014

A cuatro años de la próxima Copa del Mundo: Dobro pozhalovat’ v Rossiyu: ¡Bienvenidos a Rusia 2018!

A cuatro años de la Copa del Mundo que la tendrá como anfitriona, Rusia se comprometió a que estarán listos los 12 estadios a 365 días de la competencia, aunque Joseph Blatter no se animó a confirmar el número de sedes y pidió reforzar la lucha contra el racismo.

El conflicto político con Ucrania, con la intervención militar en Crimea, más los actos de homofobia y discriminación que se hicieron visibles en los JJOO de Invierno de Sochi 2014, no contribuyen con el lema que promueve la FIFA y deben ser revisados.
El presidente del ente rector del fútbol mundial reconoció la derrota en la lucha contra el racismo en Brasil 2014 y se mostró preocupado por las inversiones en ciudades donde el fútbol no tiene sustento y los estadios quedan sin uso, como ocurrió en Sudáfrica o en Brasil, con la amazónica Manaos como eje del debate.
Rusia, que se extiende por más de 7.000 kilómetros y tiene husos horarios diferentes, asignó a través del ambicioso gobierno de Vladimir Putin 20.000 millones de dólares para las 11 ciudades que albergarían la competencia, lo que casi duplica la inversión de Brasil.
Moscú contará con dos escenarios y será sede de la apertura y el final del torneo. El resto estaría distribuido entre San Petersburgo, Kaliningrado, Nizhny Nóvgorod, Saransk, Volgogrado, Rostov del Don, Samara, Sochi, Kazán y Ekaterimburgo. Todas sujetas a revisión de la máxima entidad del fútbol, que en septiembre visitará el país con una delegación liderada por Blatter.
Kazan, Sochi, San Petersburgo y Moscú recibirán un año antes los partidos de la Copa Confederaciones 2017, el examen previo al gran evento.
El ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko, y el presidente del Comité Organizador ruso, Alexei Sorokin, serán durante cuatro años mencionados ante cada información sobre la próxima Copa del Mundo. Ellos aseguran no haber escuchado nunca antes a Blatter decir que pretende llevar a 10 el número de sedes.
“Estamos discutiendo cuál es el número ideal para la organización y mantenerlo de tal forma que sea viable, razonable y controlable”, señaló Sepp en la última rueda de prensa en Brasil.
Brasil 2014 ya entregó su legado tras una organización con grandes sobresaltos, retrasos, protestas, polémicas, discusiones políticas e interrogantes. En el fútbol, repleta de goles, emociones, un anfitrión humillado y un campeón del mundo llamado Alemania.
Ahora es el turno de Europa del Este. Llegó el momento para un país que se encuentra en proceso de “guerra fría” y expansión energética. Infraestructura y transporte vuelven a estar en la mira como en los últimos dos mundiales. Y la seguridad estará blindada por cielo y aire.
El Mundial captará el final de la primavera y el principio del verano, con temperaturas muy desiguales que pueden superar los 35º de calor y bajar considerablemente en las noches, sin lugar para temperaturas bajo cero y nevadas. Las enormes distancias y el idioma serán una enorme complicación para los aventureros.
En el Mausoleo de Lenin en la Plaza de Roja de Moscú se encuentra el principal atractivo para los turistas que llegarán a disfrutar del fútbol en la capital rusa. Y en las memorias de Iósif Stalin reposa otra parte de la historia de la revolución soviética y el comunismo. La FIFA asume grandes riesgos, Rusia ya está en marcha. Dobro pozhalovat’!

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