El defensa de Portugal Pepe se enfrenta a la posibilidad de una sanción de tres partidos por conducta violenta tras su expulsión en la primera mitad de su primer partido en el Grupo G del Mundial de Brasil, contra Alemania.
Pepe se enfrentó al delantero alemán Thomas Müller, cuando éste estaba sentado sobre el césped, e hizo chocar sus cabezas, sumando presión a un altercado innecesario que podría suponerle un duro castigo.
El central nacido en Brasil había dado un manotazo a Müller en la cara en una falta inofensiva, pero se vio ofendido cuando Müller cayó al suelo, volviéndose hacia el delantero y recriminándole la acción empujando su frente contra la cabeza del alemán.
El árbitro serbio Milorad Mazic no dudó a la hora de expulsar a Pepe en el minuto 37.
En el Mundial, una tarjeta roja supone la expulsión obligatoria para el siguiente partido, pero es normal ampliar la sanción en caso de que haya originado en una jugada violenta.
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