La tarea la comenzó Arjen Robben, que marcó dos goles a la decepcionante y ya eliminada campeona del mundo España en la goleada 5-1 en el debut, en el grupo B.
El segundo de sus goles y quinto de Holanda en aquel partido fue una pequeña obra de arte. Tras robar el balón en la mitad del campo, arrancó a toda velocidad al área española, encaró a Iker Casillas, lo dejó sentado en el piso y clavó el balón en el arco ante el intento de dos jugadores españoles por impedirlo. Robben agregó un nuevo tanto en su cuenta personal -ya lleva tres y es uno de los máximos goleadores del Mundial- y para Holanda el miércoles en la victoria 3-2 sobre Australia en el Beira Río de Porto Alegre. Fue también un gol de hermosa factura -parece que todos sus goles deben ser golazos-, en el que metió un sprint de 40 metros desde la media cancha y definió cruzado ante la salida del meta Maty Ryan.
Müller y los récords
Al holandés se le unió el alemán Thomas Müller, al que le bastó un partido para encaramarse en lo más alto de la tabla de goleadores. Müller parece ser un apellido que es sinónimo de gol en Alemania, basta recordar al enorme Gerd y a su sucesor Dieter en la Mannschaft en la década de 1970.
El mediapunta del Bayern de Múnich anotó tres goles en el debut de Alemania, que vapuleó a Portugal 4-0 en el Arena Fonte Nova de Salvador (noreste), en un partido en el que Cristiano Ronaldo pasó sin pena ni gloria. Müller es hasta ahora el único jugador que pudo llevarse la Brazuca para su casa, porque ha sido el único en marcar un triplete. Con sólo 24 años y ocho goles en dos Mundiales -fue uno de los máximos goleadores de Sudáfrica 2010 con cinco tantos, junto a David Villa, Diego Forlán y Wesley Sneijder-, Thomas Müller amenaza con romper el récord de máximo goleador de los Mundiales, que atesora Ronaldo con 15 tantos. También podría ser el primer jugador de la historia en ser el máximo goleador en dos mundiales.
Mandzukic, más vale tarde...
El croata Mario Mandzukic, el gran ausente del partido inaugural de Brasil 2014, que se perdió por una suspensión que arrastraba del repechaje europeo, por fin pudo debutar en un Mundial y lo hizo a lo grande. El centrodelantero del Bayern de Múnich anotó dos tantos en la goleada de Croacia 4-0 sobre un desdibujado Camerún.
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