El Gobierno brasileño le dio ayer un plazo de 72 horas para que abandonen el país a los 85 hinchas extranjeros, principalmente chilenos, detenidos ayer por haber invadido el estadio Maracaná de Río de Janeiro para intentar asistir al partido entre España y Chile por el Mundial 2014.
“En cuanto a los aficionados extranjeros que invadieron el centro de prensa del Maracaná, la Policía Federal informa de que notificará a los 85 individuos a dejar el país en un plazo máximo de 72 horas”, aseguró la entidad en un comunicado.
Los hinchas que se nieguen a cumplir ese plazo serán deportados de forma sumaria, agregó la nota de la Policía Federal brasileña.
Pese a que las informaciones iniciales daban cuenta de que los 85 detenidos eran chilenos, la Policía Federal los trató como extranjeros y no aclaró si había aficionados de otras nacionalidades.
La FIFA informó de que los invasores, que no tenían entrada para el partido, “forzaron de forma violenta la entrada al estadio y quebraron algunas cercas para pasar por los guardias de seguridad”.
La FIFA informó de que anunciará en breve las medidas que adoptará para evitar este tipo de incidentes, que ya se habían registrado en el partido entre Argentina y Bosnia en el Maracaná el pasado domingo, cuando nueve hinchas argentinos fueron detenidos.
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