miércoles, 28 de mayo de 2014

Policía reprime a indígenas que protestaban contra el Mundial

La policía dispersó con gases lacrimógenos una manifestación pacífica contra el Mundial-2014 protagonizada por indígenas y miembros de movimientos sociales frente al estadio mundialista de Brasilia.

A solo 16 días del inicio del evento deportivo en Brasil, policías del Batallón de Choque lanzaron gases contra cerca de un millar de manifestantes, incluidos niños y ancianos, para impedir que se acercaran al estadio Nacional Mané Garrincha, que acogerá varios juegos de la Copa y exhibe al público desde este martes el trofeo como parte de un tour por varias ciudades del país.

Algunos manifestantes respondieron lanzando piedras contra los cerca de 500 agentes que rodeaban el estadio. Un efectivo de la policía montada fue herido por una flecha disparada por uno de los indígenas en la manifestación, que fue detenido y liberado poco después. El oficial fue operado para retirar la punta clavada. La protesta se registró este martes.

Una moto de la policía también fue alcanzada por varios flechazos, mostró la televisión Globo.

Indígenas en el techo del Congreso

Poco antes, cerca de medio millar de líderes indígenas de cien etnias de todo Brasil -incluido el jefe indígena Raoni, de 84 años, gran defensor de la Amazonia- subieron al techo del Congreso en reclamo de políticas para sus pueblos.

"Subir al Congreso fue un acto de valor, muestra que somos guerreros y defendemos nuestros derechos", dijo Tamalui Kuikuru, de la región del Xingú de Mato Grosso (centro oeste).

Los indígenas, que llegaron luciendo sus pinturas, plumas, arcos y flechas tradicionales, descendieron pacíficamente del techo del Congreso poco después, recorrieron la gran avenida donde se encuentran los ministerios y luego se sumaron a varios cientos de manifestantes antiCopa y del movimiento de los Sin Techo que marchaban hacia el estadio.

"¿La Copa es para quién? ¡No es para nosotros!", clamaba poco antes de los enfrentamientos con la policía un manifestante por un altavoz. "¡La Copa no la quiero, quiero ese dinero para salud y educación!", gritaba.

Los indígenas iniciaron su protesta con rezos tradicionales al ritmo de maracas en la plaza de los tres poderes, flanqueada por los edificios de la Presidencia de la República, el Congreso y la Corte Suprema.

Algunos ancianos usaban humo para "espantar el mal", según explicaron a la AFP.

Los indígenas se han multiplicado sus protestas en la capital durante el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, a la que acusan de frenar la demarcación de sus tierras ancestrales y de favorecer a los grandes agricultores.

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