La Policía dispersó el sábado con gases lacrimógenos a unos 1.000 manifestantes y detuvo a 230, en una protesta contra el Mundial 2014 en San Pablo donde se inaugurará el torneo en menos de cuatro meses.
Los manifestantes destrozaron agencias bancarias e instalaron barricadas con basura en llamas antes de ser reprimidos con gases. Hacia la medianoche, la Policía Militar de San Pablo informó en su cuenta de Twitter que los manifestantes fueron enviados a comisarías.
"Informamos que 230 manifestantes fueron detenidos y enviados a los distritos policiales del centro de San Pablo", escribió la Policía en la red social.
Al menos cinco policías militares y dos de los tres manifestantes arrestados resultaron heridos, indicó además la institución. Varios periodistas también fueron detenidos, denunció por su parte la prensa brasileña.
Surgen las dudas
La protesta, mucho menos numerosa que las celebradas en junio de 2013, en ocasión de la Copa Confederaciones, pero que terminó también en enfrentamientos, despierta dudas sobre qué pasará durante la Copa.
"¡No va a haber Copa!", "¡Copa para los ricos, mortadela para los pobres!", gritaban los manifestantes, encabezados por un grupo de anarquistas del grupo Black Bloc, vestidos de negro, con los rostros cubiertos y custodiados por un fuerte contingente militar
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