La presidenta del Gobierno brasileño, Dilma Rousseff, reiteró ayer que Brasil organizará la “Copa contra el racismo” y que el Mundial de fútbol 2014 será un momento de respeto de las diferencias.
“Estamos construyendo un país que respeta la diferencia. Quería decirles que la Copa del Mundo es un momento especial donde los pueblos se encuentran para una disputa lúdica en que la marca debe ser la convivencia armoniosa entre las diferentes naciones”, dijo Rousseff en un evento cultural en el estado de Río Grande do Sul.
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