lunes, 2 de diciembre de 2013

El templo del fútbol

Construido para la Copa Mundial de la FIFA 1950 e inmortalizado como escenario de la inolvidable final entre Brasil y Uruguay, uno de los capítulos más destacados de la historia del torneo, el Estadio Periodista Mário Filho, de Río de Janeiro, recupera el protagonismo con motivo de Brasil 2014. El Maracaná es el recinto que mayor número de partidos albergará durante el certamen, siete en total, entre ellos la gran final del día 13 de julio. El estadio conocido como “el más grande del mundo” —en él llegaron a congregarse 200.000 personas y posee varios récords de asistencia de público de la historia del fútbol—, remodelado de cara a la gran cita mundialista, cuenta ahora con un aforo de 73,531 espectadores, y seguirá siendo el mayor de Brasil. El proyecto de reforma, que respeta su concepción original, ha incluido la demolición completa del anillo inferior para la construcción de una nueva grada con mejor visibilidad, la mejora de las rampas monumentales y la sustitución de todos los asientos, además de la instalación de un nuevo techo, que captará agua de lluvia para su reutilización. La fachada, inventariada por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, permanecerá intacta.

El Maracaná es el segundo punto turístico más visitado de Río de Janeiro, ha continuado atrayendo aficionados al fútbol de todos los rincones del globo durante el periodo que estuvo en obras. Los visitantes pueden observar las actividades de los trabajadores de la Torre de Vidrio, creada especialmente para la ocasión, e incluso llevarse a casa un pedazo del estadio como recuerdo.

Brasil asume la máxima responsabilidad en seguridad

Dilma Rousseff presidenta del estado más grande y poderoso de Sudamérica, considera que el campeonato Mundial del 2014, constituye un gran desafío.

“Títulos, leyendas y esa identificación que tiene nuestro país con el fútbol, impone el máximo empeño de todos para que la cita ecuménica sea de excelencia. Como Gobierno damos todo para recibir a los países clasificados”, manifestó Dilma Rousseff

Claro, que en medio de todo este compromiso, existen grupos que consideran que la fuerte inversión económica no resuelve la compleja ecuación social de grandes sectores empobrecidos.

Son estos movimientos que expresaron su protesta en algunos casos de manera violenta, que obliga a la Policía a disponer de todos sus elementos para que el Mundial no tenga problemas.

“La seguridad es nuestro compromiso y cada una de las selecciones y en todos los estadios, estarán vigilantes”, dice Rousseff.

Un Mundial es un motivo de alegría y felicidad

“Los brasileños estamos orgullosos de ser anfitriones del Mundial 2014, todos trabajamos por el éxito del mismo y tengo la certeza que en todas las latitudes del planeta los corazones latirán, con la fuerza de los goles y el honor de las victorias”, manifestó Pelé.

El Rey del Fútbol sostiene que los escenarios deportivos serán concluídos en los plazos previstos, que la presencia de público en cada jornada está garantizada.

“Los brasileños tenemos esencia de fútbol, que empezará a multiplicarse cuando el balón entre en circulación, las miradas de millones de hinchas estarán puestas en nuestro país”, acotó Pelé a la Red o Globo.

Mientras tanto en cada rincón de este inmenso país vibra el fútbol con toda la pasión que uno pueda imaginar.


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