Análisis economía. Expertos advierten que los precios exorbitantes en hoteles y pasajes aéreos pueden convertir al Mundial en un fracaso económico. Decenas de hoteles piden precios cuatro veces superiores que sus tarifas normales para la Copa del Mundo, mientras hay alzas de pasajes aéreos de hasta 1.000 por ciento.
“Por sus precios, Brasil quedará fuera de la carrera" si cobra demasiado a los hinchas, dijo el profesor de Economía Wolfgang Maennig, de la Universidad de Hamburgo (Alemania), que ha estudiado el impacto de grandes eventos deportivos en países anfitriones.
hinchas europeos inquietos
"Brasil es un destino caro y viajar por el país es muy caro a raíz de una situación de monopolio con solo dos grandes compañías aéreas, TAM y Gol. Es un obstáculo al turismo", explica Daniel Pla, profesor de la Fundación Getulio Vargas y experto en marketing.
Varios medios brasileños señalan que algunos pasajes entre ciudades sede podrían costar más que un billete a Nueva York, París o el Caribe. Desde 2001, la ley autoriza a los operadores a fijar libremente sus precios.
Los hinchas de Inglaterra, Alemania y Bélgica se quejan de que los paquetes de avión, hotel y partido para la Copa superan los 10.000 dólares.
Brasil registró un alza del 168 por ciento de sus ingresos por turismo en una década, en gran parte gracias a la demanda interna.
Pero un reciente estudio de Embratur indicó que Río de Janeiro es actualmente la tercera ciudad con hoteles más caros del mundo, con precios promedio de 246 dólares, contra 245 en Nueva York y 196, en París.
A pesar de sus playas de ensueño y alegría de vivir, este país sólo recibe unos seis millones de turistas por año, muy lejos de los 80 millones de turistas que recibe Francia, primer destino turístico mundial.
"El problema es el post 2016. Brasil no debe ser visto como un destino caro, de lo contrario, mataremos a la gallina de los huevos de oro para las próximas décadas", dijo el presidente de Embratur, Flavio Dino.
La agencia MATCH, que posee los derechos exclusivos del alojamiento para la FIFA, ha comprado ya grandes paquetes de noches de hotel.
Pero un vocero dijo: "Una proporción significativa de nuestros esfuerzos en Brasil han sido destinados a tratar de conseguir precios justos y términos razonables con nuestros hoteles asociados".
Alertada de la situación, la presidenta Dilma Rousseff creó una comisión que vigila los precios.
Pero Maennig teme que vuelva a suceder lo mismo que en Sudáfrica 2010, cuando "expectativas irrealistas sobre la demanda hicieron subir los precios", pese a la actuación de una comisión "que reaccionó demasiado tarde".
No hay comentarios:
Publicar un comentario