lunes, 15 de julio de 2013

Los retos pendientes de Brasil para la Copa Mundial de 2014

Brasil pasó bien la prueba del fútbol en la Copa Confederaciones al coronarse campeón con una goleada 3 a 0 en la final ante España, pero el torneo reveló varios retos pendientes para la Copa Mundial de 2014 que el país recibirá en menos de un año, aparte de las protestas en las calles.

La lista de problemas que asomaron en la copa disputada en las últimas semanas, considerada un test clave antes del Mundial, incluye desde dificultades de acceso a estadios nuevos hasta saturación en aeropuertos, pasando por asuntos de organización.

La FIFA, ente regulador de estas competiciones, evitó señalar en público los puntos débiles que tuvo la Copa Confederaciones en Brasil, un tema sensible para el Gobierno de Dilma Rousseff, acusado en las calles de dar demasiada atención a los eventos deportivos y poca a la salud o educación pública.

“Los tests fueron exitosos, porque sabemos lo que tiene que ser mejorado y lo que fue bueno”, comentó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, tras la Confederaciones. Y aseguró que la imagen de su entidad salió mejorada pese a las manifestaciones callejeras en varios partidos, incluida la final entre Brasil y España.

Sin embargo, miembros del Comité Organizador del Mundial 2014 indicaron que Brasil logró una nota de siete sobre 10 en el torneo, medio punto menos que la calificación que la FIFA le dio a Sudáfrica en la Copa Confederaciones 2009.

“Tenemos un año de trabajo”, advirtió el presidente de ese comité y de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CSF), Eugenio Figueredo. “Y un año pasa muy rápido”.

En la Confederaciones fueron seis ciudades y apenas ocho selecciones participantes. ¿Qué sucederá en la Copa Mundial en el qué se verá 32 equipos, añadidos a los incontables aficionados que llegarán de toda el mundo?

La presidenta Rousseff quedó evidenciada con respecto a su Gobierno y desde ahora deberá pensar en bajar las tarifas del transporte público, ayudar al pueblo con hospitales y escuelas, y en darle una mejor calidad de vida al brasileño, que con o sin Mundial son lo que viven en ese bello país.

En cuanto a los aeropuertos tienen varias terminales pequeñas. La hotelería es otro punto a tratar. Si bien hay muchos, no se dieron abasto. Se vieron rebasados y sus tarifas fueron completamente altas. Además de que se encuentran muy retirados de los estadios, zonas de prensa y aeropuertos.

La seguridad es parte fundamental y aquí fallaron hasta ahora. Varios asaltos se registraron en el centro de las ciudades, así como en las playas; siendo turistas, aficionados y prensa los principales rehenes.

La limpieza y vías de comunicación es otro tema a tratar, ya que los centros de Belo Horizonte, Fortaleza y Río de Janeiro estaban con toneladas de basura. En cuanto a los trabajos en carreteras, avenidas y calles todavía es muy limitado y deberán apresurar los mismos.

600 mil turistas

Extranjeros se espera que lleguen a Brasil para el Mundial el 2014, además de los millones de brasileños que se trasladarán entre las diferentes ciudades que son sede de los partidos. Una medida para evitar el congestionamiento en el tráfico será declarar feriado los días de juego.



Kilómetros y horas para llegar

Quienes asistieron a los partidos de la Confederaciones en Brasil tuvieron que lidiar con problemas de movilidad en general y no sólo para llegar a los estadios.

A pesar de que el 97 por ciento de las entradas para este torneo fueron compradas por brasileños, antes o después de algunos partidos hubo aglomeraciones en aeropuertos de ciudades como Río de Janeiro o Brasilia.

Por ejemplo, al día siguiente del juego inaugural de la copa en la capital, las filas en el aeropuerto internacional duraban hasta una hora y media.

Los especialistas anticipan que este será un problema para el Mundial, que atraerá a más de medio millón de turistas extranjeros para el torneo. “La movilidad urbana va a tener más demanda para el Mundial, desde los aeropuertos hasta los sistemas de transporte de gran capacidad, y varios de esos trabajos están en marcha a una velocidad que no es la mejor”, sostuvo José Roberto Bernasconi, coordinador de asuntos del Mundial 2014 en el sindicato brasileño de arquitectos e ingenieros, Sinaenco.

Los aeropuertos de Brasilia, Guarulhos (la mayor terminal internacional de Sao Paulo) y Viracopos (a 100 kilómetros de esta ciudad) fueron privatizados el año pasado y están en proceso de modernización o ampliación. Pero es improbable que las obras acaben antes del Mundial.

Y los aeropuertos internacionales de Galeão (Río de Janeiro) y Confins (Belo Horizonte) ni se han licitado aún sus obras.

Brasil diseñó una inversión de 15.000 millones de dólares para obras de infraestructura (metros, trenes ligeros, líneas de ómnibus de tránsito rápido y rutas). Sin embargo, los plazos en estos trabajos tampoco se vienen cumpliendo según el cronograma inicial.



Problemas en los estadios

Los seis flamantes estadios de la Confederaciones pasaron diversas pruebas, pero en su interior se registraron algunos inconvenientes.

Uno de ellos fue la insuficiente tecnología de comunicación celular 4G, que debía haber funcionado y faltó a la cita según especialistas.

“Se instalaron equipamientos para garantizar una conectividad mínima en los estadios, pero esas inversiones tienen que aumentar”, dijo Pedro Trengrouse, profesor en gestión, marketing y derecho del deporte en la Fundación Getulio Vargas. “Los teléfonos celulares en Brasil funcionan muy mal, entonces la Copa de Confederaciones y el Mundial en Brasil sin duda sufren con el sistema de tecnología brasileño”, añadió.

A pesar de los millones gastados por Brasil en estadios modernos y confortables, también se reportaron algunos problemas de acceso a baños públicos, en los bares con largas esperas, e incluso en el césped de algunas canchas.

El propio secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, criticó el estado del campo de juego de Brasilia. Pero la empresa responsable, Greenleaf, replicó que algunas canchas sufrieron por la instalación a última hora de la tecnología para detectar si la pelota pasó la línea de gol, y los tests que la FIFA condujo pateando cientos de balones al arco.

Brasil aún debe tener pronto otros seis estadios para el Mundial.



Hoteles y organización

Los hoteles de algunas ciudades de la Confederaciones también dieron que hablar por distintos motivos.

Para la semifinal entre Brasil y Uruguay en Belo Horizonte, hubo escasez de habitaciones disponibles en la ciudad y algunos hoteles llegaron a duplicar sus tarifas.

Y esto ocurrió pese a que casi la totalidad del público era brasileño, por lo que se teme que este problema se agrave en algunas ciudades durante el Mundial.

También se reportó algún problema puntual de seguridad en hoteles. Un ejemplo es que seis futbolistas de España fueron hurtados en un hotel de Recife donde estuvieron alojados, según confirmó la Federación de Fútbol de ese país después de que el tema saltase a la luz pública.

La Federación española indicó también que hubo una denuncia a la Policía, pero negó una versión del sitio web brasileño Globoesporte en el que señalaban que el hurto de dinero pudo haber ocurrido cuando esos futbolistas recibieron la visita de mujeres en sus habitaciones.

También en un hotel de Recife, tres futbolistas de Uruguay quedaron encerrados varios minutos en un ascensor con una falla técnica. El hecho llevó al entrenador uruguayo Óscar Tabárez a retrasar una rueda de prensa que tenía prevista. Uruguay además debió postergar su primer entrenamiento en Recife debido a una lluvia de varios días que anegó los campos que le asignaron para practicar. Cuando finalmente consiguió cancha, Tabárez señaló que a su plantel le llevaba casi tres horas ir y volver de los entrenamientos.

El entrenador evitó incluso que sus futbolistas realizaran el clásico reconocimiento del Arena Pernambuco antes del juego con España, argumentando que eso hubiera implicado que cenaran a las 23 horas.

“Hubo inconvenientes que ojalá se vayan solucionando”, señaló Tabárez en esa ocasión. “Esperemos se mejoren de acá al año que viene, para el Mundial”.



Acceso a las sedes

Uno de los problemas más comunes señalados en esta Copa Confederaciones fue el acceso a los estadios nuevos en algunas de las seis ciudades sedes del torneo, la mitad de las que habrá en el Mundial.

El transporte a los estadios fue el ítem que obtuvo la menor evaluación positiva (61,5 por ciento) de los extranjeros que visitaron Brasil en el torneo, según datos preliminares de un sondeo del Ministerio de Turismo.

Uno de los casos más problemáticos fue el Arena Pernambuco, el estadio nuevo de Recife que va a recibir cinco partidos del Mundial. Los hinchas tuvieron que hacer transbordos de buses y metro y caminar casi un kilómetro para ver allí el juego de España y Uruguay el domingo 16 de junio.

“Los entornos de los estadios no quedaron prontos ni el acceso a ellos en muchos casos, particularmente en Pernambuco”, dijo José Roberto Bernasconi, coordinador de asuntos del Mundial 2014 en el sindicato brasileño de arquitectos e ingenieros, Sinaenco.



Retraso en escenarios

En total son 12 los estadios que Brasil remodeló o construyó de cero de cara al Mundial a un presupuesto de 3.300 millones de dólares, cifra que se encuentra muy por encima de las estimaciones iniciales de las obras.

Además de un aumento en los costos, el retraso en las obras es otra de las preocupaciones. Un ejemplo claro es la de los seis estadios que fueron utilizados para la Copa Confederaciones. Sólo dos (el de Belo Horizonte y Fortaleza) fueron terminados en diciembre de 2012, plazo estipulado por la FIFA. Otros fueron terminados en abril pasado y el Mané Garrincha, de Brasilia, se inauguró recién en mayo. En cuanto al presupuesto, sólo el estadio Castelão (Fortaleza) es el que se ajusta a la cifra original, el resto superó ampliamente las estimaciones.

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