Somos capaces de mostrar que Brasil traerá una inmensa calidad a la Copa de las Confederaciones, a la Copa del Mundo y a los Juegos Olímpicos. No todos los países tienen esta calidad y esta belleza en sus estadios", dijo Rousseff según la agencia Brasil (estatal).
Las reformas del estadio, que se extendieron durante dos años y medio e involucraron a más de 10.000 trabajadores, costaron 591,7 millones de reales (unos 300 millones de dólares) y tiene capacidad para 55.000 hinchas.
El Fonte Nova acogerá tres juegos de la Confederaciones, que comienza el 15 de junio y enfrentará a ocho selecciones en seis ciudades sede, en una suerte de test para el Mundial-2014 un año después.
Otros dos estadios, en Belo Horizonte y Fortaleza, ya han sido finalizados. Pero hay tres aún en obras, incluido el mítico Maracaná de Rio, donde se jugará la final y que estará pronto recién el 27 de abril.
El estadio de Recife debe ser finalizado el 14 de abril y el de Brasilia el 21 de abril.
Brasil entregará atrasado varios estadios para la Copa Confederaciones de junio, tras llegar a acuerdos con la FIFA, pero la situación no podrá repetirse para el Mundial-2014, advirtió este viernes Jerome Valcke, secretario general de la organización.
El primer juego oficial en el nuevo estadio de Salvador será realizado este domingo, entre los equipos locales Bahia y Vitória, en el marco del campeonato estatal bahiano.
Rousseff también aprovechó su viaje a Bahia, donde cerca del 80% de la población es negra o mulata, para destacar la lucha contra la discriminación de su gobierno, que aprobó cuotas raciales y para los estudiantes más pobres en las universidades.
Brasil "es el país que mejor utilizó el crecimiento económico para elevar la calidad de vida de su población", y es una nación que está contra "la discriminación de negros y mujeres", afirmó.
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