La presidenta brasileña Dilma Rousseff inauguró ayer en Belo Horizonte (Minas Gerais) el estadio Mineirao, que será sede para el Mundial 2014, el cual también será una de las sedes para la Copa Confederaciones del próximo año.
“Los brasileños estamos dando una demostración al mundo de que somos buenos dentro del campo y también fuera de él”, celebró la mandataria, que precisamente nació en Belo Horizonte.
Durante la ceremonia, el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, envió un saludo por video. El escenario tiene capacidad para más de 60.000 personas. /AFP
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