El Gobierno brasileño redujo hoy la lista de las obras prioritarias complementarias para el Mundial de Fútbol del 2014 y con la modificación economizará 3.000 millones de reales (unos 1.500 millones de dólares), informó el Ministerio de Deportes.
Con la revisión, el presupuesto pasó de 29.000 millones de reales (unos 14.500 millones de dólares) a 26.000 millones de reales (unos 13.000 millones de dólares).
La reducción obedeció a que seis obras no cumplirán los plazos estipulados por el Gobierno para su conclusión y ahora pasarán al Plan de Aceleración del Crecimiento (PAC), un ambicioso programa de infraestructura con un cronograma más flexible.
Cinco de las obras eran para mejorar la movilidad urbana, como el corredor metropolitano de autobuses de Curitiba, los monorraíles de Manaus y Sao Paulo, el sistema moderno de autobuses de Manaus y la reestructuración de una avenida en Natal.
La otra obra que fue postergada y no será tenida en cuenta dentro del cronograma de infraestructura complementaria del Mundial será una reforma del aeropuerto Salgado Filho, de Porto Alegre.
La modificación incluyó ocho nuevas obras: tres de ellas en Río de Janeiro, donde habrá reformas en los alrededores del estadio Maracaná, una conexión vial con la Quinta da Boa Vista y la reforma de la estación de trenes y metro de Mangueira.
En el informe oficial, 45 de los 53 proyectos están en ejecución.
En lo que tiene que ver con los estadios, el Ministerio no mencionó cambios en las fechas para la entrega de las obras, pero indicó que de los seis escenarios que recibirán el próximo año la Copa Confederaciones, el Maracaná es el más atrasado con sólo el 75 por ciento de su conclusión.
El estadio Fonte Nova, de Salvador, va con el 83 por ciento; el Nacional Mané Garrincha, de Brasilia, con el 78 %, y el Arena Pernambuco, de Recife, con el 77 %. El Mineirao, de Belo Horizonte, y el Castelao, de Fortaleza ya fueron concluidos.
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