Brasil visitará hoy a Suecia en un partido amistoso para despedir la Rasunda, el estadio en el que los sudamericanos ganaron su primer Mundial (1958) y que será demolido, pero en el que el seleccionador brasileño, Mano Menezes, se juega el prestigio tras el fracaso en los Juegos Olímpicos.
El DT de Brasil convocó a sus mejores jugadores para sacar una victoria y hacer olvidar el segundo lugar en Londres.
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