La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, garantizó ayer que todas las obras estarán listas en el plazo estipulado, en tanto que su ministro de Deportes, Aldo Rebelo, tras visitar el lunes el Maracaná de Río de Janeiro y ayer, martes, la Arena da Baixada de Curitiba, dijo que ambos estadios están con más del 50% de las obras concluidas.
El supuesto lento avance en la construcción de los estadios y la falta de aprobación de la ley que rige todos los aspectos del Mundial eran los principales motivos de divergencia entre la FIFA y el Gobierno brasileño hasta hace un par de semanas.
Las dos partes viven actualmente una luna de miel gracias al avance de las obras, constatado en las últimas visitas de los inspectores de la FIFA, y a la sanción la semana pasada de la llamada Ley del Mundial con las exigencias de la entidad rectora del fútbol, como la libre venta de bebidas alcohólicas en los estadios.
Según la presidenta, los 12 escenarios “ya están en obras y estarán listos a tiempo” gracias al trabajo de 25 organismos federales responsables por la planificación y la ejecución de los trabajos, a la aprobación de un régimen especial que facilita las contrataciones y a la creación de un Comité Gestor que supervisa en tiempo real todas las construcciones y proyectos.
Según Rousseff, todos esos esfuerzos buscan que “Brasil haga las cosas lindas tanto dentro de las canchas como fuera de ellas”. El Ministro de Deportes, por su parte, resaltó los avances de las obras del Maracaná y de la Arena da Baixada tras las inspecciones que hizo en los últimos días.
Los datos
Inversión
Brasil prevé invertir unos 27.400 millones de reales (alrededor de 13.700 millones de dólares) en estadios y obras de transporte para el Mundial.
A dos años
Según un comunicado de la FIFA, a dos años del 12 de junio de 2014, las eliminatorias mundialistas están a todo vapor, con más de 300 de los 820 partidos ya disputados, mientras que en Brasil las preparaciones comienzan a tomar forma.
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