El delantero centro Álvaro Vázquez ha liderado en el Estadio Palogrande de Manizales la goleada a Australia por 1-5 con la que España ha certificado la primera posición de su grupo y su continuidad en la capital del departamento colombiano de Caldas en los octavos de final.
El ariete del RCD Espanyol, que se ha puesto en cabeza de la clasificación de goleadores, ha sido el ejecutor del excelente juego de los de Julen Lopetegui en una primer media hora primorosa con cinco goles, los cuatro primeros de bella factura y el quinto de penalti.
En todos los goles fue decisiva la intervención de Vázquez, que cedió a Sergi Roberto para que abriese el marcador nada más comenzar el encuentro, después concretó un triplete en apenas doce minutos y finalmente fue objeto de un penalti por parte de Sansbury, que transformó Canales con clase.
Para concretar su 'hat trick', Álvaro contó la ayuda de Sergi Roberto y, sobre todo, Dani Pacheco. El medio centro del Barcelona le devolvió el favor del primer gol con un pase medido que le dejó delante de Biriguitti, al que recortó para marcar a puerta vacía.
No obstante, fue el extremo del Liverpool el gran aliado de su compañero en punta, al que, primero, le filtró un pase por debajo de las piernas de un central para que marcase el segundo; y más tarde le puso un balón en el primer palo, a saque de córner, para que peinase el cuarto.
Tras esos primeros 18 nefastos minutos para sus intereses, en los que se le fueron las esperanzas que albergaba de estar en la segunda fase, Australia se recuperó un poco del chaparrón que le estaba cayendo encima con un tanto de Bulut en una espléndida jugada individual en la que superó a Pulido por la línea de fondo y luego buscó ángulo para batir a Fernando Pacheco.
Una acción con cierto parecido a la gol de ayer de Muriel que decidió el Colombia-Corea del Sur.
Poco les duró la alegría a los 'socceroos', ya que cuatro minutos después un innecesario penalti de Sansbury a Álvaro conllevó el quinto gol de España, con el que terminó la fiesta que se dio la 'rojita' en media hora memorable.
A partir de ahí, el choque decayó. No podía ser de otra manera. España bajó el pistón y dio la sensación de no querer hacer sangre de un rival que, en todo caso, no volvió nunca la cara y tras el descanso intentó irse del mundial sin tan malas sensaciones como las que había vivido en su caótica media hora.
Así, Antonis y Petracos, el alma griega de los oceánicos, no cejaron de buscarle las cosquillas a Alex, el tercer portero de España y el último jugador de Lopetegui en saltar al terreno de juego. No se las encontraron porque el meta del Zaragoza se mostró tan firme como Fernando Pacheco, uno de los hallazgos de España en este mundial, antes del descanso. Ni tampoco Bulut, en la mejor ocasión australiana de la segunda mitad.
En definitiva, que España concreta una primera plaza a la que solo le faltaba la confirmación matemática con una goleada con protagonismo personal de Álvaro Vázquez con tres goles, pero en lo colectivo del excelente fútbol marca de la casa de La Roja a base de mucha posesión, fluida circulación de balón, rápidas combinaciones en el último tercio de cancha y gol, mucho gol.
Un juego ya temible antes del comienzo del torneo para el resto de rivales, que seguro asumen que de Manizales España sale como una de las grandes candidatas al triunfo final.
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