Brasil necesitó 40 minutos y un gol urgente de Henrique para dejar de pasar algunos rubores ante una selección panameña que jugó en ese mismo lapso como si defendiera una causa nacional y que al caer por 4-0 agotó la última opción de avanzar en el Mundial Sub 20 a la fase de octavos de final.
A partir del gol de Henrique, el segundo en su cuenta personal, la vida se hizo fácil para los brasileños y Philippe Coutinho dejó la clasificación resuelta con el segundo de su cosecha en el torneo a los 46 minutos, poco antes del pitido para el descanso del árbitro británico Mark Clattenburg.
Dos cero parcial y fin anticipado de la novela en el cierre del grupo E en la ciudad de Barranquilla.
Pero había más, y Coutinho, el jugador del Inter italiano que hoy firmó su mejor partido en el Mundial y se fue de la cancha como figura del encuentro, sacó de la chistera otra jugada con su sello que remató con pierna zurda para perfilar la goleada a los 52 minutos.
Para entonces los de Alfredo Poyatos ya no tenían más razones para pelear y sus filas defensivas, que parecían batirse en retirada, dejaron en la indigencia al arquero Luis 'Manotas' Mejía y a los brasileños con un banquete servido del que también se sació Dudu a los 89 minutos cuando la suerte ya estaba echada.
El abultado resultado anticipa a Brasil como uno de los equipos con más fértil producción ofensiva en el Mundial de Colombia: ocho goles en tres partidos y apenas uno en contra, pero no alcanza a echar tierra a los pecados y excesos cometidos por sus jugadores hasta que Henrique encontró con su gol el 'ábrete Sésamo' del arco de 'Manotas' Mejía.
El equipo no vigiló los rebotes en zona rival lo que facilitó los contragolpes del rival; volcó sus líneas sobre los pagos de La Marea roja dejando enormes grietas en las franjas para el paso de Paul Cordero y Eric Davis y, fundamentalmente, la displicencia a la hora del gol.
Un contragolpe a los 18 minutos tejido por Willian, Casemiro y Henrique terminó con el remate del último directamente al palo izquierdo. Mejía salió mal al corte de un balón y pudo haber propiciado un gol brasileño pero luego enmendó al repeler con el pie un remate al arco de Philippe Coutinho que llevaba camino de gol.
Oscar se sumó a la feria del desperdicio al rematar a la red externa luego de haber dejado en el camino al arquero. Y Casemiro, al que le anularon un tanto en el comienzo del segundo tiempo, hizo explotar el balón en el travesaño.
Pero Panamá tuvo lo suyo, especialmente en el primer tiempo: en una maniobra por la derecha Paul Cordero se deshizo de Gabriel Silva y soltó un potente remate que asustó a Gabriel.
Y reforzó la confianza en una jugada que terminó con el balón en el fondo del arco brasileño, pero con un remate invalidado por la posición adelantada de tres panameños.
Cecilio Waterman, el proyecto de goleador que consiente Panamá, pudo haberse ido con la tranquilidad de haber marcado uno, al menos uno en el final, pero un remate suyo a los 85 minutos pasó silbando sobre Gabriel en su angustioso vuelo, y un minuto después otro lanzamiento se estrelló de forma rebelde en la escuadra.
Ney Franco debió alterar su libreto sobre la marcha y quemar dos cambios en la primera mitad para borrar esos trazos de fútbol burocrático que llegaron a poner en el camino de los octavos de final a Brasil como rival de Argentina, el líder del grupo F.
Con la victoria, el equipo Canarinho terminó como líder de su grupo con los mismos siete puntos de Egipto pero mejor desempeño goleador que los Faraones, que a la misma hora vencieron sin atenuantes Austria y quedaron con la obligación de chocar con Argentina, líder de la llave F, el 9 de agosto en Medellín.
Brasil, como absoluto en su llave, esperará en Barranquilla al segundo del grupo D, que aún no están definido y en el que luchan codo a codo como mejores Arabia Saudí y Nigeria.
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