La FIFA proscribió de por vida a Mohamed bin Hammam del fútbol por hallarlo culpable de incentivar a votantes para la elección presidencial de la organización. Un panel de ética de la FIFA dictaminó que el candidato catarí conspiró para dar incentivos de 40.000 dólares en efectivo a dirigentes del Caribe a fin de que votasen por él en la elección en que debía competir con el presidente Joseph Blatter.
El veredicto “siguió la política declarada del comité de no mostrar tolerancia alguna al comportamiento antiético”, afirmó el presidente del panel, Petrus Damaseb.
Bin Hammam, que finalmente renunció a postularse, es el dirigente de la FIFA de mayor rango condenado por corrupción en sus 107 años de historia.
El presidente de la Confederación Asiática de fútbol no cooperó con la investigación de la FIFA ni asistió a su audiencia el viernes.
Bin Hammam negó haber hecho nada malo.
Su abogado dijo que su defendido rechazaba las conclusiones basadas en “llamadas pruebas circunstanciales” y que mantiene su inocencia. “Seguirá con este caso por medio de las vías legales que tenga a su alcance”, dijo Eugene Gulland a la prensa.
La FIFA también suspendió a dos representantes de la Unión de Fútbol del Caribe, Debbie Minguell y Jason Sylvester, por un año, por su participación en la distribución de los pagos de incentivo durante una reunión el 10 de mayo en Trinidad.
Damaseb, un juez de Namibia, solicitó una segunda serie de investigaciones.
El panel de cinco miembros pidió al departamento legal de la FIFA que prepare casos contra dirigentes del fútbol caribeño sospechosos de haber recibido los incentivos de bin Hammam y que dijeron a los investigadores de la FIFA que no había habido corrupción alguna.
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