Las autoridades respondieron a las declaraciones del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien señaló que la organización del Mundial de 2014 está atrasada. “La Copa es mañana y ellos piensan que es pasado mañana”, afirmó el jefe del fútbol.
Río de Janeiro-EFE.- El ministro brasileño del Deporte, Orlando Silva, dijo ayer que las obras del Mundial de fútbol de 2014 van “a todo vapor”, ante las críticas del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien cree que están demasiado atrasadas.
“Voy a invitar al presidente de la FIFA a venir a Brasil para conocer con detalle la situación del país. Estoy seguro de que (Blatter) se convencerá de que Brasil va a realizar un gran Mundial”, afirmó Silva en un discurso en un congreso de turismo en Sao Paulo, según recogieron medios locales.
El Ministro dijo que las obras marchan “a todo vapor” en diez de los 12 estadios previstos para el Mundial y admitió que el de Sao Paulo “merece una especial atención”, porque no se han comenzado los trabajos y se pretende que acoja el partido inaugural en 2014.
Silva reiteró su preocupación por los proyectos de infraestructura de transportes y, en especial, en el capítulo de la modernización de los aeropuertos, lo que supone la mayor preocupación para las autoridades brasileñas.
“El 70 por ciento de los proyectos de movilidad tienen que empezar en 2011. Existe un cronograma y el inicio de esas obras será fundamental para el éxito del Mundial”, comentó.
La manifestación de Silva se produjo unas pocas horas después de que Blatter asegurase en una rueda de prensa que Brasil está “retrasado” en comparación con Sudáfrica en el mismo periodo, a tres años del inicio del Mundial.
Blatter sostuvo que si los preparativos no se aceleran de forma significativa, “se corre el riesgo” de que ni Río de Janeiro ni Sao Paulo puedan organizar partidos.
“La Copa del Mundo es mañana y los brasileños piensan que es pasado mañana”, puntualizó el presidente de la FIFA, en una rueda de prensa en Zúrich.
Mientras que en Sao Paulo no han comenzado las obras, en Río de Janeiro están bastante avanzados los trabajos de demolición de los viejos graderíos del estadio Maracaná, que será la sede de la final.
Por otra parte, y con relación a una de las polémicas del pasado Mundial de Sudáfrica, las decisiones tomadas por los árbitros sobre si un balón ha entrado o no en la portería, y la necesidad de establecer un sistema electrónico que lo determine, Blatter dijo que el tema será tratado en el Congreso de la FIFA de 2012.
“El sistema tiene que ser preciso, rápido y fácil de instalar y utilizar. Por ahora no hay ningún sistema que reúna todas las condiciones, aunque hay dos o tres que se acercan. Vamos a esperar a la primavera (boreal) de 2012 y decidiremos si aceptamos o no un sistema”, explicó.
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