El presidente del equipo de Unión La Calera, Sergio Jadue, fue elegido ayer, viernes, como el nuevo presidente de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional chilena (ANFP).
La elección de Jadue, de 31 años, sella definitivamente la partida del seleccionador Marcelo Bielsa, quien ya había manifestado sus reproches al dirigente electo, por pertenecer a la lista de oposición.
Con 27 votos a favor, el directivo de Unión La Calera se transformó en el nuevo titular del fútbol chileno por los próximos cuatro años, con la suspicacia de algunos analistas deportivos que resaltaron el hecho de que “un dirigente con tan poco peso haya quedado a la cabeza de la Asociación Nacional”.
Sin embargo, varios dirigentes del fútbol local se apresuraron en señalar, nada más terminada la elección, que una de las primeras misiones de la lista ganadora es retener a Bielsa, y la segunda es contribuir a la ansiada “unidad” del fútbol chileno.
Ernesto Corona, el candidato de la lista oficialista y ex directivo del Canal del Fútbol (CDF), un cercano a Harold Mayne-Nicholls, ex presidente de la ANFP, fue el perdedor, con sólo 21 sufragios.
Aunque los dos candidatos se habían manifestado este viernes dispuestos a trabajar con Bielsa, el hecho de que Jadue fuera uno de los dirigentes que le dio la espalda a Harold Mayne-Nicholls en la anterior elección ante el dirigente español Jorge Segovia, no fue una buena señal para el seleccionador.
El técnico rosarino decidió anticipar su partida antes de la elección del empresario español Jorge Segovia, el 4 de noviembre, al frente de la ANFP, que posteriormente fue inhabilitado por una cuestión reglamentaria de la entidad.
Cuando Bielsa llegó a Chile en 2007, la selección bordeaba el puesto 80 del ránking de la FIFA, que cambió por el décimo tras el Mundial de Sudáfrica.
Por su parte, Mayne Nicholls, un alto directivo de la Federación Internacional de Fútbol, realizó en su periodo una gestión elogiada de forma casi unánime, ordenó las finanzas del fútbol chileno, organizó las competiciones femeninas y mejoró las de series menores, además de lograr que el Gobierno construyera o remodelara nueve estadios.
No obstante, su gestión será recordada principalmente por la llegada a Chile de Marcelo Bielsa, bajo cuya conducción la selección nacional logró actuaciones históricas y ganó el respeto deportivo, inexistente durante décadas.
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