El técnico de la selección de fútbol de Uruguay, Óscar Washington Tabárez, afirmó ayer que el futbolista uruguayo Diego Forlán, elegido como el mejor del reciente Mundial de Sudáfrica por la FIFA y que hoy es “indudablemente el líder deportivo del equipo, no era ni por asomo un líder” cuando en 2006 se inició el proceso.
“Por su forma de ser, Forlán es una persona de perfil bajo y que hace unos años no tenía consciencia de su incidencia sobre compañeros y rivales”, destacó Tabárez durante una conferencia organizada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
“A Diego no se le veía compartir muchas cosas con sus compañeros, no se aislaba, pero tenía una relación, si se quiere, un poco distante”, dijo el DT.
Tabárez recordó que la situación “comenzó a cambiar” durante las eliminatorias para la Copa del Mundo. “Recuerdo el partido frente a Venezuela. Forlán se puso el equipo al hombro en el segundo tiempo y su aporte fue decisivo”, agregó.
Los líderes “por su carisma, son mediadores” entre el entrenador y la plantilla, pero cuando utilizan esa ascendencia para beneficio propio “pasan a ser cabecillas y eso es perjudicial”, dijo.
Tabárez, que condujo a Uruguay al cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica, la mejor ubicación de una selección no europea, acaba de renovar su contrato con la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) hasta el 2014.
“Por su forma de ser, Forlán es una persona de perfil bajo y que hace unos años no tenía consciencia de su incidencia sobre compañeros y rivales”, destacó Tabárez durante una conferencia organizada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE).
“A Diego no se le veía compartir muchas cosas con sus compañeros, no se aislaba, pero tenía una relación, si se quiere, un poco distante”, dijo el DT.
Tabárez recordó que la situación “comenzó a cambiar” durante las eliminatorias para la Copa del Mundo. “Recuerdo el partido frente a Venezuela. Forlán se puso el equipo al hombro en el segundo tiempo y su aporte fue decisivo”, agregó.
Los líderes “por su carisma, son mediadores” entre el entrenador y la plantilla, pero cuando utilizan esa ascendencia para beneficio propio “pasan a ser cabecillas y eso es perjudicial”, dijo.
Tabárez, que condujo a Uruguay al cuarto lugar en el Mundial de Sudáfrica, la mejor ubicación de una selección no europea, acaba de renovar su contrato con la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) hasta el 2014.
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