martes, 7 de septiembre de 2010
Argentina 4 - 1 España
En su primer partido en el país tras la participación en Sudáfrica 2010, Argentina se dio el martes el lujo de golear 4-1 en un Monumental colmado al campeón mundial España.
Más allá de la victoria, el resultado le sirvió al entrenador Sergio Batista para sumar confianza en su proyecto y hacer méritos para dejar de ser interino. Argentina fue contundente en el primer tiempo y con el buen desempeño de su tridente ofensivo, Lionel Messi, Carlos Tevez y Gonzalo Higuain, marcó la diferencia, aunque en el complemento bajó su producción, se replegó demasiado en su campo y permitió que los europeos consiguieran el descuento.
Argentina tuvo un arranque furioso y efectivo en el partido, ya que a los 12 minutos se aprovechó de una dormida defensa española y por medio de la jerarquía de sus delanteros sacó diferencia en el marcador.
España, fiel a su estilo, salió a monopolizar la pelota en su campo, mientras Argentina trató de contrarrestar el criterioso juego de los visitantes formándole una prolija línea de volantes, con Ever Banega siendo el más dúctil para cortar y jugar y con Javier Mascharano y Esteban Cambiasso, quienes se las arreglaron para evitar problemas a sus espaldas.
Así, y con diagonales elctrizantes de Messi y Tevez, más un encendido Higuain, Argentina comenzó a construir la victoria.
A los 10 minutos Messi empezó una jugada por derecha y luego recibió un gran pase de Tevez dentro del área por el sector izquierdo para definir por arriba del arquero José Reyna y decretar de modo elegante la apertura del tanteador.
España se siente habitualmente cómodo con la desesperación del rival y espera paciente su equivocación para por medio de la fineza de sus hombres llegar a posición de gol. Argentina no dejó que los visitantes quedaran a mano ante Sergio Romero porque fue un equipo corto y solidario.
El local volvió a golpear a los 13. Otra vez Tevez en tres cuartos jugó profundo para Higuain, quien partió habilitado ante la estática defensa rival, eludió a Reyna y marcó el segundo.
Con el impensado 2-0, España volvió a hacerse del balón, pero nunca logró ser penetrante. Tanto fue así que sólo se aproximó con disparos de David Villa: a los 27, con un bombazo que se estrelló en el ángulo superior izquierdo, y a los 40, con un tiro libre que Romero sacó por un costado.
A su redondo primer tiempo, Argentina le sumó un regalo de Reyna, a los 34. El guardavalla patinó cuando iba a despejar el esférico y Tevez, atento y bien ubicado, resolvió con el arco vacío.
En el segundo período, España fue más punzante con los ingresos de Jesús Navas y Santiago Cazorla, quienes desbordaron por ambos sectores.
A los 5 minutos, la visita tuvo una chance con un cabezazo de Fernando Llorente, tras un centro de Navas, que se fue al lado del poste izquierdo.
Argentina se paró de contragolpe y le regaló peligrosamente demasiado campo propio a España, que exigió en varias oportunidades a un oportuno Romero.
Destellos de Messi sólo levantaban la producción de un equipo argentino que parecía haber cerrado su tarea mucho antes del final.
España continuó avanzando y tuvo su premio a los 38, con un giro de Llorente dentro del área para batir a Romero.
Con el campeón mundial jugado en ataque, a la Argentina le quedó la última ocasión propicia del cotejo y la capitalizó. Se jugaba el minuto 45 cuando Gabriel Heinze, en su única aparición ofensiva, tiró el centro para Sergio Aguero y el delantero del Atlético Madrid cabeceó para sellar el resultado final.
En definitiva, una victoria que a los argentinos les permite ser optimistas por el marcador y por la dimensión del rival. Fue como para ir pensando en el futuro y para comenzar a olvidar la herida del último mundial.
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