viernes, 16 de julio de 2010

España olvida al pulpo Paúl, ahora su estrella es Sara Carbonero

La periodista del Canal Tele Cinco de Madrid, Sara Carbonero, pasó de un momento a otro a ser la imagen de España, gracias al beso protagonizado con su pareja sentimental Iker Casillas.

En toda España, la comidilla diaria es el beso que le estampó el capitán de la selección española a la joven periodista, tras obtener el campeonato mundial de futbol en Sudáfrica.

Ahora, Carbonero y Casillas es la pareja más requerida del momento. Ella se mantuvo medianamente anónima antes del campeonato mundial, donde fue reportera deportiva.

Su presencia en el mundial era evidente, tanto que pasó de ser entrevistadora a ser entrevistada en todos los medios después del título mundial.

Como se sabe, el Tele Cinco asignó a Sara a ubicarse detrás del arco de Casillas, en el juego que tuvo lugar en el Estadio Moses Mabhida, Durban, donde España perdió su primer encuentro frente a Suiza (0-1). Hecho que fue criticado, ya que su presencia de algún modo pudo haber quitado la concentración al portero madrileño.

En las calles, los hinchas de la furia roja no lo perdonaron, hasta el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, consideró de "una vergüenza" que la reportera se ubicara al lado del arco, ya que "rompe con los principios elementales del periodismo", sin reparar que la FIFA es lo que establece su posición.

Y vaya las cosas que suceden en el fútbol, después de la premiación del campeonato obtenido por España y de la escena del ósculo, ahora todos miran a los protagonistas de la imagen más apasionada como parte de la copa mundial, como parte de España a exportar. Sara es ahora, una estrella.

Con la escena del beso, los hinchas acompañaron el amor de su capitán a Sara, como si fuese un gol de España con gritos y aplausos; esto fue similar en todos los establecimientos, bares, hogares etc.

Ahora veamos quién se atreve con Sara. Iker demuestra ante el mundo, y a los ingleses también, que estaban errados: lejos de “desconcentrar” lo convierte en un chico feliz y enamorado, o, como diría el Gitanillo Señoròn Juan Legido, “ole los besos buenos, mira”.

A Sara Carbonero Arévalo, periodista nacida en Corral de Almaguer, Toledo, le llega este mundial como un cuento de hadas que finaliza con un beso envuelto y festivo para toda España.

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