Quién sabe si el pulpo Paul es capaz de predecir también su destino, al igual que el de los equipos víctimas de sus infalibles pronósticos durante el Mundial de fútbol. Si así fuera, Paul podría desvelar si su vida continuará en el acuario Sea Life de Oberhausen, en Alemania, donde ha pasado de cefalópodo anónimo en cautiverio al invertebrado más famoso del mundo. Son muchos los que lo desean, sobre todo en España después de sus vaticinios favorables para la selección de Vicente Del Bosque. En su futuro puede estar escrito Madrid, Girona o la localidad orensana de O Carballiño.
El Zoo Aquarium de Madrid declaró ayer su intención de traerse al pulpo Paul y ya ha empezado las gestiones con los responsables del Sea Life. El parque madrileño ha puesto en la mesa de negociaciones el intercambio de algún ejemplar que se encuentre en el zoo de la capital y una oferta económica. El portavoz del recinto se ha comprometido a prestarle "las mejores atenciones" durante el periodo en el que Paul se aloje en sus aguas y tratarlo con el "cariño" que se ha merecido después de profetizar el triunfo de la Roja.
Pero Madrid tiene rivales. Uno de ellos es el pueblo gallego de O Carballiño, en el que se celebra una de las mayores fiestas del pulpo del mundo. Aunque allí la costumbre es cocinar a los que pertenecen a la misma familia de Paul, en esta ocasión prometen no meterlo en la cacerola sino tratarlo con todos los respetos, en calidad de invitado especial de la feria. El alcalde, Carlos Montes, entiende regalar al acuario alemán una figura artística de un cefalópodo en bronce y otorgar a Paul el título de amigo predilecto de la villa. Desde el consistorio informan de que el alcalde viajará esta misma semana a Alemania para avanzar con las negociaciones y que todos los centros gallegos de Alemania están haciendo presión mediática para que se realice el sueño de ver a Paul en O CArballiño el segundo domingo de agosto, el día de la feria.
Entre los pretendientes se ha colado la Asociación en Defensa de los Derechos del Animal (ADDA), que ha pedido al Gobierno español que haga gestiones "al más alto nivel" con Alemania para que el pulpo Paul pueda retirarse y vivir el resto de su existencia en aguas españolas protegidas. En concreto, ha propuesto el santuario de las Islas Medes en Girona, donde Paul pueda descansar tranquilo "como premio por los servicios prestados" a la selección.
El futuro es una incógnita. A lo mejor para Paul no es así.
El Zoo Aquarium de Madrid declaró ayer su intención de traerse al pulpo Paul y ya ha empezado las gestiones con los responsables del Sea Life. El parque madrileño ha puesto en la mesa de negociaciones el intercambio de algún ejemplar que se encuentre en el zoo de la capital y una oferta económica. El portavoz del recinto se ha comprometido a prestarle "las mejores atenciones" durante el periodo en el que Paul se aloje en sus aguas y tratarlo con el "cariño" que se ha merecido después de profetizar el triunfo de la Roja.
Pero Madrid tiene rivales. Uno de ellos es el pueblo gallego de O Carballiño, en el que se celebra una de las mayores fiestas del pulpo del mundo. Aunque allí la costumbre es cocinar a los que pertenecen a la misma familia de Paul, en esta ocasión prometen no meterlo en la cacerola sino tratarlo con todos los respetos, en calidad de invitado especial de la feria. El alcalde, Carlos Montes, entiende regalar al acuario alemán una figura artística de un cefalópodo en bronce y otorgar a Paul el título de amigo predilecto de la villa. Desde el consistorio informan de que el alcalde viajará esta misma semana a Alemania para avanzar con las negociaciones y que todos los centros gallegos de Alemania están haciendo presión mediática para que se realice el sueño de ver a Paul en O CArballiño el segundo domingo de agosto, el día de la feria.
Entre los pretendientes se ha colado la Asociación en Defensa de los Derechos del Animal (ADDA), que ha pedido al Gobierno español que haga gestiones "al más alto nivel" con Alemania para que el pulpo Paul pueda retirarse y vivir el resto de su existencia en aguas españolas protegidas. En concreto, ha propuesto el santuario de las Islas Medes en Girona, donde Paul pueda descansar tranquilo "como premio por los servicios prestados" a la selección.
El futuro es una incógnita. A lo mejor para Paul no es así.
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