Claudio Bravo, guardameta titular de la selección de Chile, dijo ayer que no le gusta el balón Jabulani con el que se jugará el Mundial de Sudáfrica porque a su juicio se asemeja más a una pelota de fútbol playa.
“Es un balón especial, hecho para complicarle la vida a los arqueros para que haya más goles”, comentó Bravo, jugador del Real Sociedad español y capitán de la selección chilena.
Con el esférico mundialista, según Bravo, “cuesta calcular la trayectoria, se mueve extraño” y precisó que en altura “se nota más”, como pudo comprobarlo en Calama, el pasado miércoles, durante el amistoso Chile-Zambia (3-0), disputado a unos 2.600 metros sobre el nivel del mar.
Bravo reapareció en ese partido tras haberse lesionado en España hace un par de meses jugando con su equipo. “Cada vez le hacen más difícil la labor a los arqueros”, insistió.
En su compromiso de vuelta dijo haber sentido algunas molestias, pero en general estuvo cómodo. “No era fácil volver, pero necesitaba minutos para ir tomando ritmo”, sostuvo el internacional.
El capitán de la Roja también calificó de positivo que la selección lleve a Sudáfrica una bandera de Chile considerada emblemática por haber sido fotografiada rasgada y cubierta de lodo, asida por su dueño sobre las ruinas de su casa arrasada por el terremoto del pasado 27 de febrero.
La imagen, junto a la frase “¡Fuerza, Chile!” que Humberto Suazo exhibió ese mismo fin de semana en España sobre su camiseta tras anotar un gol para el Zaragoza, se ha convertido en el símbolo de la reconstrucción del país tras la catástrofe, lo que fue objeto de varias muestras de aprecio en la selección chilena.
“Es un balón especial, hecho para complicarle la vida a los arqueros para que haya más goles”, comentó Bravo, jugador del Real Sociedad español y capitán de la selección chilena.
Con el esférico mundialista, según Bravo, “cuesta calcular la trayectoria, se mueve extraño” y precisó que en altura “se nota más”, como pudo comprobarlo en Calama, el pasado miércoles, durante el amistoso Chile-Zambia (3-0), disputado a unos 2.600 metros sobre el nivel del mar.
Bravo reapareció en ese partido tras haberse lesionado en España hace un par de meses jugando con su equipo. “Cada vez le hacen más difícil la labor a los arqueros”, insistió.
En su compromiso de vuelta dijo haber sentido algunas molestias, pero en general estuvo cómodo. “No era fácil volver, pero necesitaba minutos para ir tomando ritmo”, sostuvo el internacional.
El capitán de la Roja también calificó de positivo que la selección lleve a Sudáfrica una bandera de Chile considerada emblemática por haber sido fotografiada rasgada y cubierta de lodo, asida por su dueño sobre las ruinas de su casa arrasada por el terremoto del pasado 27 de febrero.
La imagen, junto a la frase “¡Fuerza, Chile!” que Humberto Suazo exhibió ese mismo fin de semana en España sobre su camiseta tras anotar un gol para el Zaragoza, se ha convertido en el símbolo de la reconstrucción del país tras la catástrofe, lo que fue objeto de varias muestras de aprecio en la selección chilena.
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