miércoles, 12 de junio de 2013

Brasil, un año antes de su mundial

Un día como hoy, dentro de un año, Brasil será el epicentro del mundo. Por segunda vez en su historia el país de Pelé tendrá a su cargo la organización de un mundial de fútbol. El partido inaugural se jugará desde las 16:00 (hora boliviana), en Sao Paulo.

La organización sorteará en diciembre de este año los grupos y los protagonistas del primer duelo mundialista.

Los brasileños, que respiran fútbol, tendrán desde el sábado el ensayo previo, con la disputa de la Copa de Confederaciones, aunque mantienen una gran preocupación por el juego de la canarinha que aún no alcanza el nivel que todo Brasil espera.

Desde la eliminación de los brasileños en los cuartos de final de Sudáfrica 2010, parece cada vez más lejano el sueño de recuperar la hegemonía en el fútbol: la camiseta amarilla ya no asusta como antes.

El “país del fútbol” ocupa hoy la peor posición de su historia en el ranking de la FIFA: está ubicado en el puesto 22 con 822 puntos, menos de la mitad del líder, España. Además de seguir lejos de su “archirrival” en el fútbol sudamericano, Argentina, que marcha tercero, Brasil es superado por selecciones de mucho menos tradición, como Colombia, Ecuador, México, Uruguay y Costa de Marfil.

Los analistas buscan razones para el “apagón” del fútbol verdeamarillo.

Una de las críticas más frecuentes se refieren a los más de dos años “perdidos” desde el Mundial de Sudáfrica, cuando la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) -al parecer por razones más económicas que deportivas- programó varios amistosos con equipos sin peso como China e Irak.

En esos partidos, el entonces entrenador Mano Menezes se puso a probar a decenas de jugadores sin formar la base de un equipo para el mundial.

El columnista Antero Greco, del diario O Estado de Sao Paulo, es claro cuando menciona que el Brasil de hoy es un equipo “común, muy común”.

Sin figuras de talla

Los amistosos que jugó el seleccionado brasileño también han dejado una conclusión que “no deja dormir” a su hinchada: “Brasil no tiene líderes como en otros mundiales”, señala el portal www.globosporte.com. Y es que la parcialidad se acostumbró a tener jugadores de la talla de Pelé, Garrincha, Jairzinho, Tostao, Rivelinho, Zico, Raí, Rivaldo, Romario, Cafú, Bebeto, Ronaldo o el mismo Ronaldinho.

En el Brasil “Modelo 2013-2014” aparecen Neymar, Lucas, Kaká o Pato; pero ninguno de ellos con la “talla” de los que citamos anteriormente.

A sólo 12 meses de su mundial, Brasil tiene más dudas que certezas, aunque a sus “torcedores” nadie les quita el sueño de alzarse con el “hexacampeonato” en casa.

Scolari, a un año del todo o nada
Luiz Felipe Scolari está a un año de la gloria o el fracaso absolutos. Al reasumir el comando de Brasil se impuso el mayor desafío para técnico brasileño alguno: ganar en casa, frente a la exigente afición local, el sexto título mundial

De 64 años y con una fama bien ganada de implacable y temerario, Felipao, artífice del pentacampeonato mundial de 2002, regresó al comando auriverde a finales del año pasado, en reemplazo del despedido Mano Menezes.

“Tenemos la obligación de ganar el título, porque jugamos en casa. No organizamos la Copa para ser terceros o cuartos”, dijo. De conseguirlo entrará en la historia brasileña como el DT más ganador de mundiales, por encima de Zagallo, quien ostenta el récord de cuatro títulos del mundo: dos como jugador (1958-1962), uno como entrenador (1970) y otro como coordinador técnico (1994).

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