La Argentina de Leo Messi y Diego Maradona parte como favorita del grupo B del Mundial de Sudáfrica 2010, delante de Nigeria y Grecia, que en los papeles deberían luchar junto con la más débil Corea del Sur por el segundo boleto a octavos.
Pese a su campaña irregular en el camino hacia la Copa del Mundo, Argentina tiene pergaminos que la avalan como candidata a sellar su pasaporte a octavos como primera y así esperar al segundo de la llave A, Francia, Uruguay, México o Sudáfrica.
Además, los campeones mundiales en 1978 y 1986 tienen la historia de su lado, ya que en EEUU pasaron una llave muy parecida con nigerianos y griegos, mientras que con los surcoreanos debutaron en la Copa de 1986 que terminaron ganando en el estadio Azteca de México.
El equipo dirigido por Diego Maradona cuenta con un plantel rico en talento y experiencia, además de poseer al mejor jugador del planeta según los especialistas, Leo Messi, quien precisamente deberá saldar una cuenta pendiente con la Albiceleste.
El once capitaneado por Javier Mascherano, que en su plantilla presenta nombres que dan miedo como Sergio Agüero, Carlos Tévez o Gonzalo Higuaín, extrañará a Juan Román Riquelme, su armador en las últimas grandes citas, que dio un paso al costado por una pelea dialéctica con Maradona, que ahora entrega esa responsabilidad de ordenar al veterano Juan Sebastián Verón.
Argentina debutará con Nigeria, un rival clásico en torneos juveniles pero que en mayores le ha traído pocos problemas, en un partido en que deberá confirmar su candidatura al título.
Tampoco deberá fiarse de la Grecia de Otto Rehhagel, arquitecto del equipo ganador de la Eurocopa de Portugal 2004 con que sorprendió al mundo, con una defensa de hierro y gran efectividad en las bolas paradas, arma que volverá a utilizar para buscar un pase a octavos, luego de clasificarse a Sudáfrica 2010.
Corea del Sur, que encara su séptima Copa consecutiva, intentará reeditar de la mano de Park Ji Sung el milagro de “su” Mundial en 2002, en el que hizo semifinales por primera vez en la historia, con Guus Hiddink en el banquillo.
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